Que alegría tan grande para la familia Araujo, sus amigos y para toda Colombia el tener sano y salvo y nuevamente en libertad al ex ministro Araujo. Un abrazo para Fernando jr, para Luís Ernesto, para los padres, para toda la familia y por supuesto para Fernando Araujo. Dios quiera que volvamos a ver pronto al resto de los secuestrados de Colombia, que muchas veces olvidamos como si estuvieran de viaje, por lo frecuente que se volvió en nuestro país, pero que solo cuando se vive en carne propia es cuando se dimensiona el problema. Ojala se de el acuerdo humanitario.
Alvaro Hernán Prada