Los Señores jueces...
Casi siempre que se habla de ellos es para expresar inconformidades.
Este escrito contempla los jueces desde otra perspectiva.
Que motiva a personas ocupadas y profesionales a aceptar un trabajo que los ubica de pie por casi 20 horas, en un mismo lugar, en un fin de semana completo, lejos de su familia y de las comodidades de sus hogares...y con una paga por hora inferior al salario mínimo?...difícil de comprender...
Estas son personas especiales, bien motivadas, que están dispuestas a dejar sus familias y otras diversiones de fin de semana por su pasion por los caballos, y por contribuir con su experiencia y con sus conocimientos al exito de la actividad ecuestre. Desafortunadamente, en muchas ocasiones, su labor es menospreciada y son injustamente criticados, abucheados, y humillados en las competencias, en las tertulias, y en estos foros.
El juzgamiento es una apreciación subjetiva, instantánea del desempeño del caballo en ese lugar y en ese tiempo de recorrido. El juez tiene que limitar su análisis a un lugar, a un tiempo y a un espacio, y tiene que olvidar todas las pasadas actuaciones. No es tarea fácil, ni inequivoca el comparar caballos y decidir en tan corto tiempo. Ellos ponen su esfuerzo, su integridad, y sus conocimientos, pero no pueden ser perfectos, ni coincidir con todas las opiniones.
Cuando se compite, el competidor se tiene que allanar a las reglas de la entidad y a la decisión de los jueces. La decisión de los jueces es final y tiene que ser respetada por todos los competidores para mantener el orden y la integridad de la competencia. El buen competidor debe mostrar respeto, elegancia y civismo ante las reglas de la competencia y ante la decisión de los jueces, especialmente cuando esta es adversa, o contraria a sus mejores intereses. El competidor se crece y muestra sus quilates cuando acepta decisiones adversas con respeto y con humildad.
Los jueces son personas admirables, experimentadas y conocedoras que donan su tiempo y su esfuerzo a la difícil tarea de repartir satisfacciones y frustraciones. Su función es crucial, constituye la espina dorsal de toda competencia y merece el respeto y el agradecimiento del gremio. Respeto para todos.
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