Dictador: Caballo de color alazán, hijo de Regente en Recelosa nacido en Venezuela el 23 de abril de 1984, criado por la familia Rivero Ramírez en Biscucuy en el Edo. Portuguesa. Dictador fue llamado EL TROCHADOR DE AMÉRICA, Por su gran calidad, este caballo pulía y repulía la trocha, hizo una excelente campaña en Venezuela y Colombia, le asignaron el registro # 1000 de FEDEPASO. Murió en Colombia el 24 de agosto de 1991. fue declarado Fuera de Concurso por FEDEPASO como un homenaje póstumo en diciembre de 1994 en el Puesto de Monta del INH. En Caracas
La Capuchina de Valera
Las hazañas de una Campeona
El Sr. Benito Conte Pensiero, le compró una yegua de nombre La Capuchina (Frenesí de Caracas en La Loca) a Don Fabio Ochoa Restrepo, ésta de mucha finura. La Capuchina era una yegua castaña cabos negros de mediana estatura, pero de mucho brío, con un corazón muy grande, de mucha finura y fortaleza en su tren posterior, con ella ganó muchos premios, él se hizo conocer como expositor en Venezuela y en Colombia.
Esta extraordinaria yegua dio muchos hijos de gran renombre que están diseminados por todo en mundo, una de las yeguas más famosas que engendró fue la Capuchina II, madre del famoso reproductor paso fino de nombre “Capuchino del 8.” La Capuchina II fue criada por Fabio Ochoa un año antes de vender a la Capuchina de Valera, después le cambiaron el nombre cuando el Criadero La Loma comenzó a llamar a todos sus caballos con el apellido del 8, llamándose en los registros como la Capuchina del 8. La yegua La Capuchina de Valera viene a Venezuela y es entregada en una feria de Boconó, estaba preñada del reproductor Bochica, parió un caballo de Nombre Capuchino de Bochica, el cual se vendió para Miami en un precio superior a lo que había costado su madre, la famosa yegua murió a la longeva edad de 33 años con 4 meses de preñez, ya han pasado 9 años de este suceso tan lamentable para la familia Conte, está enterrada en un lugar especial de la caballeriza que lleva su nombre “LA CAPUCHINA”, situada en el eje vial de Truillo a Valera en Venezuela, bajo la mirada del monumento de La Virgen de La Paz.
La yegua la Capuchina entraba a la pista y no creía en nadie: Jorge Medina, fue su montador habitual, la retiró de las pistas campeonisima, para dar paso a una trayectoria de yegua madre y convertirse en una de las líneas maternas más exitosa en el mundo del paso fino, esta yegua mantuvo su finura hasta el final, trasmitiéndole sus movimientos a sus crías y sus nietos de una forma excepcional.
Historia de La Vieja Capuchina como así la llamaban
La Capuchina comenzó desde muy temprano a demostrar los que iba a hacer en mundo de los caballos paso fino, de hecho, sus éxitos en la pista comenzaron precozmente, pese que difícilmente dio la alzada. Sus detractores veían en su tamaño un impedimento serio para su campaña, pero fue su propia grandeza la que le abrió paso en todas las pistas de Colombia y el exterior, en la que impuso su ley.
Se recuerda por ejemplo, que para la Feria Internacional de La Frontera en Cúcuta, que significó su despedida de Colombia, para radicarse definitivamente en Venezuela, no iba a ser juzgada. La primera vez que la midieron con hipómetro dio justo 1,36 el mínimo, como tuvieron dudas la volvieron a medir y dio 1,38, como persistían dudas, la volvieron a medir y midió 1,40, entre un ardid de su montador y la voluntad pistera de la yegua, se había crecido tanto que se sobró reglamentariamente; ese día derrotó a 24 competidoras y fue tanta la diferencia que marcó su clase que los jueces declararon desierto el segundo lugar. Luego sería Gran Campeona, su montador el Cimarrón “Jorge Medina”, conseguía con la Capuchina una de las más grandes satisfacciones y la familia Conte sus nuevos propietarios tenían la seguridad de poseer una de las yeguas de mayor finura del mundo.
A la Capuchina nada le faltó por realizar en las pistas donde se presentaba, pero Don Benito sabiéndola sin contendores en su modalidad, le dieron prioridad a lo que podía hacer en la reproducción. A finales de los años setenta del siglo veinte, esta excelente yegua reproductora, ya había producido a la famosa Capuchina II hija de Impacto II, este por Impacto y éste a su vez por Resorte III, una línea de puro fino, siendo la Capuchina II o Capuchina del 8 la madre del famoso Capuchino del 8 (Campeón Mundial Puerto Rico 1986), uno de los mejores reproductores ídolo en Colombia, Puerto Rico, Estados Unidos y en Venezuela.
Las expectativas como yegua reproductora de mucho poder genético en Venezuela era infinita, aquí llegó cargada como lo dijimos anteriormente del caballo Bochica (el hijo de Huasipungo), caballo que por su finura y velocidad, se compara con los ejemplares paso fino que existen en la actualidad en pleno siglo veintiuno, esto quiere decir que el caballo paso fino Bochica (Propiedad de Julio Silva de Inversiones Bochica) se adelantó a su época.
El primer producto de la yegua La Capuchina, llevó por nombre como Capuchino de Bochica, fue exportado a Miami, enseguida la cubrieron con un hijo de Resorte III llamado Isleño, este cruce se hizo por expresa recomendación de Don Fabio Ochoa y dio una potranca llamada La “Otra Capuchina,” también exportada para los Estados Unidos. De esta forma se le siguieron colocando distintos reproductores, en la tercera oportunidad le colocaron a Cienfuegos, descendiente del recordado Cerezo, el producto fue un potro llamado El Dorado y fue exportado a Puerto Rico.
A la Capuchina le vendría un alumbramiento que perpetuó su generosidad y reafirmó su prestigio. Al contrario de sus primera producciones que tuvieron signada con el rótulo de exportación, su nuevo parto, “La Estirpe” estaba llamada a fijar la línea y continuar pródiga la clase de La Capuchina, hasta convertirse en la yegua madre base del reputado criadero de la familia Conte.
La Estirpe x Cienfuegos, padrillo que le repitieron a La Capuchina para buscar consistencia en la línea de los Resortes, resultó una decisión afortunada. La potranca nació con unos aires y unas hechuras que no solamente motivaron la alegría y admiración en los criadores y allegados, la aprobación de los expertos y un rápido consenso familiar para decidir que La Estirpe nacía y moría en la caballeriza que la vio nacer, ésta fu una decisión a su vez afortunada.
A la yegua La Capuchina le siguieron colocando distintos reproductores: Con Presumido (Resorte IV en La Lira) engendró a la Diplomática, con Dictador obtuvieron La Triunfadora y La Castiza (Trotona Galopera) con el reproductor Piropo (Aladino en Porcelana II) lograron “Oh Sole Mío,” con Sagitario (El Arco en La Pava) dio El Primario, con Escándalo dio a Escándalo de La Capuchina, también le colocaron a Calendario, éste hijo de Sucesor.
Éste vientre de oro y modelo de longevidad y productividad estaba llamado a mucho más: en una heroica determinación que ningún criador hubiese tomado jamás, le pusieron a Capuchino de Bochica, en un incestuoso imbriding de primer grado que buscaba el albur de lo sublime, lo cual no resulta sino providencialmente, de este cruce nació Capuchino de Oro.
Enmendando le colocaron al Gran Reproductor Paso Fino “Resorte IV” y obviamente casi no dejan nacer al potro, el cual vio la luz del mundo lleno de postores. Fue por supuesto exportado a los Estados Unidos en una transacción muy comentada y luego reexportado a Colombia, este producto se llamó “Resorte de La Capuchina”.
El vientre de La Capuchina era muy generoso y seguía en su apogeo, así, lo demostraban la calidad que sacaban sus descendientes de ahora y que en nada desmerecían con las de antes, buscando lo máximo le colocaron y esta vez fue el inolvidable Sucesor el padrillo elegido, con tan mala fortuna que el potro murió en Caracas evidenciando promisorias facultades.
Teniendo en cuenta la gravitación de Piropo en el elevaje contemporáneo, había que buscar esa liga y cruzar los dedos para que fuera hembra, la potranca nació en medio de todas las ilusiones del mundo, se le puso el significativo nombre de “ La Amistad” y cuando se materializaban las esperanzas con los movimientos armónicos y juveniles pero definidas pisadas del prospecto, un cólico mató la vida y postergaron las aspiraciones. Pero fue algo lindo porque alentó la quimera con la que sueñan los criadores. Pudo ser pero no esta vez y había que buscar una nueva oportunidad.
Había que pensarlo detenidamente. La calidad de la yegua madre así lo ameritaba, la edad y la prodigalidad del vientre así lo exigía.
Se barajaron varios reproductores de postín en Venezuela pero se llegó a la conclusión que se requería un Sire de nota, con una línea muy específica. Entonces se consideraron los padrillos cremas en Colombia, Puerto Rico, República Dominicana y Estados Unidos
Teniendo en cuenta vario factores pero fundamentales el éxito que tenía Nevado en la reproducción, se optó por el rabicano nacido en Colombia y ciado por Dayro Chica, pero pastando y prestando sus servicios en Miami en razón de $ 7.000 el salto. Se contrató y se pagó el servicio, se hizo lo de rigor y la Capuchina se inseminó con las técnicas científicas más modernas, con los máximos cuidados y controles, pero la yegua no quedó oreñada. Parecía una opción perdida.
Una vez más los hados de la suerte y los del elevaje mundial por supuesto estaban del lado de la Capuchina, sus allegados y los caballistas porque si bien la matrona quedó vacía, una serie de hechos y coincidencias posibilitaron algo tan extraño y fortuito que bordeaba los linderos de la incredibilidad y fue así como se certificaba el estado de la yegua La Capuchina, se concretaba la presencia de Nevado en Venezuela, se encontraba en el Criadero La Puerta del Conocido caballista Guillermo Santaella, con todas las dificultades que implica el desplazar un Campeón como el descendiente de Resorte IV en La Zarina, la yegua le fue presentada, de todas estas peripecias nació un potro llamado Enigma de La Capuchina, un alazán dos pelos, rabicano, impresionaba por lo rápido, por lo armónicoy por esa rara disposición al trabajo y esa sutil tendencia a lo bueno. Siendo hijo de La Capuchina y Nevado debería haber sido bueno y había que ponerle yeguas en Venezuela y cualquier parte del mundo.
A finales de su carrera como yegua madre, le pusieron al caballo del momento en Venezuela, Dictador trochador muy pulido (Regente en Recelosa) llamado como el “Mejor Trochador de América”, caballo que pulía y repulía la trocha, de este cruce nació La Dictadora de La Capuchina, luego le colocaron a Piropo y dio a La Amistad. Se repitió en nombre para reemplazar a la potranca que siendo hija de este cruce, murió de cólico.
Curiosamente La Amistad fue negociada a los tres días de nacida y cuando cumplió su período de lactancia fue exportada a los Estados Unidos. Ni antes ni ahora los hijos de La Capuchina perdieron su cotización. Fue cargada de Escándalo y a los 4 meses abortó, le pusieron nuevamente a este reproductor y quedó preñada.
La familia Conte se encuentra complacida que la Capuchina haya sido parte de todo su entorno familiar y haya sido tan importante, ya que aún en el presente aún viven con el recuerdo de esa excelente yegua reproductora, quien les dio tantas satisfacciones y los hizo conocer aún más en el ambiente de los caballos de paso..
Biblografía: Revista INTERPASO Volumen II N° 8
Entrevista a Mauricio Conte por Arnaldo Montilla
