Creer o creerse algo es algo a lo que todos tenemos derecho, no faltaba mas, igual con los deseos, todos podemos desear lo que queramos.
Pero creo que, hablando de Tornado, no me he dado la licencia de creerme el cuento, ni soñar con el deseo. Este proceso ha estado lleno de satisfacciones y de incertidumbres, altas y bajas, y en todas he tomado muy en cuenta, primero lo que el equipo ve, y luego los análisis y comentarios en los que he visto contenido. Tampoco, creo yo, he ocultado mi pensamiento frente a los resultados, he trabajado en lo que creo puede arrojar cambios y los he expuesto a este foro que en general retroalimenta de manera valiosa. Por ello estoy agradecido, y me mantengo atento a lo que en el se comenta, es mucho lo que he aprendido, y son varios ya, los amigos valiosos con los que cuento.
Aprovecho para hablar de regionalismos, que es una manera de opinar con pasión, parecida a la de opinar con el interés de lo propio. Creo que sin embargo, en la mayoría de los caos de discusión de este foro, que en buena parte son académicos, ni el regionalismo, ni el interés natural de estar ligado a algo nuestro, debería interferir en el análisis de cosas que existen con independencia de, de quien son o de donde son. Mal podríamos involucrar nuestros sentimientos personales en el análisis de una condición objetiva, como unos aplomos, una estadística, o cualquier cosa que demande objetividad.
No creo, con perdón de mi querido primo, que uno pueda defender a muerte cualquier cosa, solo por que sea de uno. Se trabaja con lo que vale, y solo eso vale la pena defender, o mas que defender, exponer, lo demás no tiene sentido.
Expreso mi gratitud con todos los que han opinado en este tópico, han sido muy amables y desprendidos, los he creido, y me mueven a continuar con el trabajo y a seguirlo exponiendo a su consideración, sin reclamar lisonjas, ni rechazar ninguna cruda realidad.
Carlos Mejía