En mi humilde opinión, no vale la pena criar un Potro. En cambio una potranca, menos.
Con el macho te das cuenta más rápido de que no vas a lograr sacar un peso de ganancia.
Con la hembra es peor, te das cuenta que no va a ser la súper yegua, pero con el cuentico de que es muy razuda te sigues engañando, la preñas y “vuelve la burra al trigo”.
Yo deje de criar, me hice a un lindo caballo de cabalgata que lo disfruto bastante, salí de las yeguas que más pude, solo me queda un potranca que me están amansando, “la más razuda”, con papa campeón mundial y mama muy interesante, pero ahora la tengo clara, para preñarla tiene que quedar muy pero muy buena. Sino, que coma burro, y eso….
Ahora, todo lo que me estoy ahorrando (manteniendo yeguas+saltos+envios+veterinarios+ etc +etc) lo estoy invirtiendo en otro negocio que si se ve la plática. Cuando tenga una alcancía con unos 50 millones, me voy a un criadero de renombre, de esos que tienen las yeguas requeté-probadas, y me compro, solo si Dios quiere, óigalo bien, UN POTRO, ensillado bien mostrón de esos que piden más de 100, pero sabiendo que el que tiene el efectivo marranea.
Si le hubiera hecho caso a mi padre: “Muchacho y potro, que los levante otro”.