El caballo confía en su jinete, que es quien le manda, y da total crédito a un empeño en el que no cree. Pero va al toro, sinónimo de peligro, por esa misma fidelidad hacia quien le monta. Cuando las cosas salen bien y supera avante ese peligro, el caballo ha subido otro peldaño en la escala de su valor. La doma clásica es más acople que sometimiento, mas fidelidad que temor, Y aunque el caballo ha de sentir siempre la autoridad de quien le monta, no habrá nunca temple en el toreo si no existe un acople total entre jinete y corcel.ESTO ES LA MÀS SOLEMNE DE LAS VERDADES DEL MUNDO ECUESTRE, tomado de el concepto de Doma de Pablo Hermoso De Mendoza.
conceptos como este son los que debemos aplicar todos nosotros al arte ecuestre o a la sola hora de montar nuestros caballos, generar Confianza, que el caballo crea firmemente en que quien le monta sabe dirigirle, sabe llevarle; cuantos de nuestros montadores y arregladores preparan nuestros Caballos bajo esta premisa
REVALUANDO AQUELLO DE METERLE MIEDO ANTES QUE AMOR Y PACIENCIA..
