Amigos caballistas:
Los invito a reflexionar sobre los motivos, causas y resultados
y
trucos, competencia desleal y crueldades.
El reglamento y puntuaje respecto a la cola se basa en el conocimiento del comportamiento equino y resultados del adiestramiento al cuál fué sometido.
1. cualquier caballo de sangre caliente cómo el CCC, sano alegre y contento se adorna espontáneamente con su cola.
Si no se adorna, pues no tiene suficiente calidad de sangre para mostrarse espontáneamente así, o no está sano, o contendo con su jinete.
No hay discusión que más se aprecia el caballo que se decora solito así pues eso es una de las pruebas de su calidad y bien manejo del caballo. Es correcto hacer la diferencia de los caballos teniéndo en la cuenta esta característica y de ese punto de vista es correcto un punto más.
2. los caballos usar su cola por varios motivos. Hablando de colazos de rabia, que son los que se penalizan, estos colazos tienen dos motivos: uno, el caballo es de mal carácter, no quiere colaborar con su jinete, pues bajo los criterios de buen caballo de silla es inferior al caballo colaborador de buenas maneras.
Otro motivo de los colazos es por la culpa del jinete montándolo mal y pobre caballo no tiene ninguna otra forma cómo manifestar su protesta. Cómo uno de los parametros es la rienda, aquí toca restar puntos por mal adiestramiento.
Mirándolos en la arena es otro parámetro para evaluar y distinguir los caballos de carácter no deseable y los tan mal montados o adiestrados que no pueden ser considerados tan buenos cómo los ejemplares que no colean ni por rabia ni de protesta.
Este concepto de juzgamiento está correcto de punto de vista de equitación correcta y seria.
Ahora viene la parte humana - evitar trucos para tapar las deficiencias o del caballo, o del montador. Cómo la gente no quiere asumir su responsabilidad que llevó a colear el ejemplar, no busca solución en su forma de criarlo o adiestrarlo, sino busca esquivas operando el caballo.
Y realmente todo el concepto correcto de juzgamiento está perdido en el momento que se permite el engaňo de operar la cola para que a primera vista aparezca algo que no es cierto. Respecto a los caballistas que no operan sus caballos es un acto de competencia desleal. De punto de vista del caballista que busca la calidad real, es un engaňo.
Y el costo de este engaňo lo paga caballo con su dolor, sangre y limitación de movimiento de una parte de su cuerpo, hasta llegar a la cola muerta. Respecto al caballo, es una crueldad no perdonable.
Respecto a la ética de los caballistas y mundo civilizado, es una barbaridad por la vanidad y falta de honestidad humana que no tiene justificación.
Preguntémonos cada uno a sí mismo:
Si puedo escoger entre el caballo y yegua no operados, alegres, decorados espontáneamente con su cola y visiblementemente contentos llevando sus jinetes sin colazo ninguno,
y
el caballo y la yegua operados (no importa si por el palafrenero salvaje o por los mejores cirugános plásticos por laser) donde queda imposible evaluar las caracteristicas deseadas, y uno debe sospechar que si los operaron debe ser por cubrir las deficiencias reales de ellos,
cuáles ejemplares escogería para mí y para mi cría?
La solución no es aceptar la maldad y hacerla común. Tampoco dejar de penalizar los caballos coleadores. Sino cumplir con el objetivo de reglas de juzgamiento, no premiar sino penalizar los caballos con cola picada por competencia desleas - eso corresponde a Fedequinas. A los caballistas serios y las autoridades del estado (organizaciones del bien estar de animales) corresponde prohibir las picadas por la ley tal cómo es válido en el caso de cortar las orejas y los rabos de los perros. Eso es la forma cómo proteger el bienestar de los caballos - supongo que estámos todos de acuerdo qúe el bienestar del caballo es por encima del ego de su dueňo.
Jan