Los caballos hay que disfrutarlos cuando uno quiera. Con los de pista hay que tener unas precauciones adicionales pero hay que darles raspa. Tengo una yegua que es muy buena y la saqué a la cabalgata de La Candelaria en Cartagena hace 4 años, cayó al piso por un resbalon y pum,,,,lunanca. Ese, entre otros, es uno de los riesgos que se corre.
Hay que buscar el espacio y el momento apropiados, pero hay que montarlos, entre otras porque si uno no se monta, no sabe lo que tiene, está atenido a lo que diga el montador, hay es que sentirlos. No hay nada mejor que montarse en uno bueno, en una buena cabalgata y mostrarlo. Ahhhhhh.