La cadena de eventos positivos necesarios para que se de la preñez no es corta y la posibilidad de fallo es muy alta para varios de ellos.
Ya lo explicaba Potrero Aguja Azul desde el punto de vista de las yeguas, las contingencias son altamente variables y la cosa se vuelve como milagrosa. Lo positivo está del lado muy técnico con el que hoy en día se maneja la inseminación, por lo general es efectuada por profesionales que obligados por la necesidad de no fallar, cuidan celosamente que la inseminación se haga en el momento en el que las posibilidades sean máximas. El descuido en el manejo de ese momento se traduce en no preñez y los afectados son todos los de la cadena.
De el lado del reproductor debe también existir celo extremo para que todo lo que se haga conduzca al éxito. La colecta, la preparación, la mensajería, el despacho y la recogida final, deben ocurrir en tiempos precisos.
La colecta, efectuada por lo general por un MVZ, requiere de información con debida anticipación para garantizar la disponibilidad, 24 horas antes es como lo mínimo que se requiere. La colecta debe realizarse idealmente temprano en la mañana, la conjunción de disponibilidades, tanto de equipo, suministros y colaboradores debe funcionar con total sincronismo.
La mensajería y el despacho también requiere de un lado máxima diligencia y del otro disponibilidad de vuelos o itinerarios que garanticen la disponibilidad del semen en un horario razonable.
Con todo y lo expuesto lo normal es que se logren las preñeces con un envío.
Carlos Mejía