Como primera media esta patología corresponde a una enfermedad parasitaria que se manifiesta a nivel de la dermis. Dentro del desarrollo de esta enfermedad y de acuerdo a su ubicación, la presencia de ácaros es muy particular; es decir: hay un tipo de ácaro específico que busca su hábitat en las crines y en los flexores óseos, otros en el pelaje y dermis y finalmente hay otros que se ubican hacia las extremidades.
Cuando se confirma la presencia de Ácaros, es indispensable evitar la expansión del mismo; de ahí la necesidad de establecer medidas sanitarias de desinfección de las pesebreras y de los utensilios de manejo y de sanidad de los animales.
Finalmente es importante aplicar al animal infectado, un vermífugo a base de ivermectina, acompañado vitamina A y E, muy útil en la restauración dérmica. Como tratamiento local, el vinagre ha dado muy buenos resultados específicamente ante la presencia de ácaros. Más sin embargo es muy importante adicionar azufre en cantidades iguales, ésto por si no hay la forma de determinar a nivel de laboratorio la confirmación del agente causal; el azufre nos ayuda a controlar la presencia de hongos cuya sintomatología es muy similar. Esta aplicación se puede hacer cada día por medio, durante unos 15 días...