Aparte de algunas funciones operativas como la coordinación de los eventos equinos del calendario, la publicación de la revista, lo relacionado con el manejo de las muestras y contramuestras para el control antidóping, y en general asuntos de carácter administrativo, Fedequinas es una organización que debe garantizar dos asuntos de máxima importancia, que, entre otras, justifican su existencia:
1. La Representación gremial. Y,
2. La Vigencia del Reglamento
La vigencia del reglamento es un asunto del resorte de la junta con el apoyo de un cuerpo técnico y de estudios que se deben adelantar en la medida que se detectan aspectos que requieren ser dinamizados. Esto es algo, que la junta mal que bien ejecuta, y que en general no tiene, o no requiere, una marcada influencia del Presidente Ejecutivo.
La Representación Gremial, por el contrario, es la función a través de la cual nuestro gremio, debe y puede lograr la trascendencia cultural, industrial y comercial que se requiere. Es aquí donde la junta, en mi opinión, se ha equivocado. Doña Beatriz Salgado es, no me cabe duda, totalmente competente para todos los asuntos operativos y administrativos propios de la federación. Pero en lo de la representación gremial, no parece ser la persona con los vínculos y capacidad para lograr que los asuntos más trascendentales, lleguen debidamente a la opinión pública y lograr influencia en el ámbito político, para alcanzar la preponderancia que este gremio demanda.
Esto lo debe entender Doña Beatriz, y desde luego la junta.
Carlos Mejía