La diferencia entre un ejemplar confinado solo en su jaula y otro al cual se le dan algunas horas de sol y de potrero es enorme, mas que todo en tranquilidad y serenidad. hay menos estres, menos violencia. La sola revolcada por ambos costados sobre el suelo y las pequeñas carreras, el ramonear el pasto cuando esta alto o ruñir el cesped cuando esta bajito, las horas, asi sean pocas, de sol para la piel y la sintesis de vitaminas, el poder usar todos los musculos del cuerpo y rascarse contra el tronco de un arbol: todo ese ritual es irremplazable. Creo que se define en alegría. Y si logra intractuar con otros animales, sean equinos o no, mejor que mejor. En realidad una jaula es una tortura para el caballo.
La jaula es necesaria, lógico. Representa alimentacion equilibrada, protección al mal tiempo, seguridad y refugio y contacto con el hombre. Pero siquiera dos horas de potrero al dia, en hora de buen sol, es imprescindible. Dele tristeza por aquellos ejemplares que no logran salir al potrero y que por algun extraño criterio mantienen en jaulas pequeñas; que tiene como consecuencia los llamados vicios de pesebrera. Y entre mas joven el ejemplar, mas necesario el potrero y requisito de un buen crecimiento.
CedroAzul.