Si pretendemos estar en disposición de poner solución a los pequeños problemas que presente nuestro caballo, resulta imprescindible que en nuestra PESEBRERA O CRIADERO exista un botiquín que para ser completo deberá tener todos estos elementos:
Algodón tamaño hospital.
Aceite de ricino; muy útil para reblandecer.
Sulfato de magnesio.
Antiséptico, para la limpieza de las heridas.
Sal de mesa.
Rollo de apósito.
Vendas (grandes y normales).
Agua oxigenada, sólo para las heridas punzantes del casco (siempre bajo la indicación del veterinario).
Linimento para golpes, a utilizar para endurecer la piel que ha sufrido una rozadura o mataduras que han sido ocasionadas por la cincha, una vez ha sido curada la herida..
Sulfato de magnesio y glicerina en pomada.
Tijeras.
Termómetro.
Bolsa de frío instantáneo.
Gasas estériles.
Toalla.
Conviene que este botiquín se encuentre siempre limpio y con todos sus elementos ordenados, de tal manera que en caso de urgencia sepamos a donde debemos acudir de manera inmediata.
Todos aquellos que se encarguen del cuidado del caballo deberán conocer la existencia de este botiquín y su contenido.