Creo que ese es uno de los problemas fundamentales en la cria del caballo criollo, que todos tenemos una definición diferente para cada cosa y así no hay forma de llegar a puntos en común. La reunión no es desplazarse cortico en mayor tiempo y en el mismo espacio, es más bien una característica de balance del peso en el ejercicio, que se basa fundamentalmente en el principio de distribución del peso natural del caballo, 60% en sus manos y 40% en sus patas. Lo que hace un caballo reunido o redondo en la silla, según la alta escuela, es que lleva sus posteriores hacia adentro de su centro de gravedad o hacia el vientre del caballo, para redistribuir el peso y restarselo a las manos y así poder dirigirlas y ponerlas donde él quiera, haciendolos mucho más ágiles y eficientes. Según la alta escuela, el perfil de la cabeza de un caballo reunido debe estár lo más cerca de la perpendicular del suelo (haciendo una T con el piso) el poder recortar el tranco y generar más batidas por unidad de tiempo y menor espacio de desplazamiento, debe ser un efecto residual de un buen proceso de adiestramiento. Como una especie de piafé criollo, que cuando se hace de forma adecuada se ve muy bonito y se siente muy bien entre las piernas.
Personalmente he notado que nuestros caballos tienen una forma muy particular de hallar ese equilibrio de una manera diferente a la que describe la alta escuela, con respecto a cómo llevan su cabeza generalmente en el ejercicio, que se caracteriza por abrir el ángulo cabeza cuello y esto le permite ser mucho más expresivos con las orejas y reducir su punto ciego frontal. Cuando se les forza a bajar la cabeza, semejando más a la exigencia de alta escuela, empiezan a relajar las orejas hacia atrás sin llegar a apretarlas contra el cráneo como un acto de agresividad, sino más bien dejándolas flácidas y perdiendo expresividad. Solo he visto dos caballos que yendo enterrados de cabeza, no renuncian a la expresividad con sus orejas, uno de ellos es Amor Prohibido y el otro un caballo moro Puertoriqueño de cuyo nombre no me acuerdo.
El término criollo que mejor define la forma tan particular en que se reúnen los caballos colombianos es "dar boca".