Presente. Soy amante del caballo en el sentido de la palabra. Generan en mi una actitud que no puedo describir, me hacen olvidar, sonrreir, pensar con claridad y lo mejor: Amar. Amar todo lo que me rodea, desde una pequeña flor hasta la grandeza de mi familia, admirar a un Dios que creo tan inigualable nobleza.
Comparto con ustedes otro email que me envio mi padre y me parecio hermoso, no solo por los caballos, sino por el profesionalismo y seriedad que infunde a sus lectores. 
gracias y que lo disfruten