Lo lamento de todo corazon, una gran persona, señor de señores. Que dios lo tenga es su regazo. Un abrazo a sus familiares saben que los acompaño de corazon, con todo el alma y gran abrazo para mi gran amigo en su gloria.
Todavia me acuerdo hace 4 meses cuando estuvo en mi consultorio con uno de sus nietos, mi paciente, me regalo uno de sus frenos con el cual siempre iniciaba sus caballos senti una gran tristeza por que como medico se que se estaba despidiendo.
Por mi compromiso laborares se me hace imposible fisicamente el acompañarlo en su despedida.
Bendiciones, Familia Campo Urhan