Cuando se es maestro con la !razón! con !inteligencia! y para nada se enseña con base en la fuerza, el miedo o el doblegar la voluntad del enseñado, en nuestro caso el caballo, el sigue a su líder, porque le conviene, porque es seguro porque confía, entonces "el madrino" es su amigo el humano.
Es lo más natural posible en la relación lo más coherente para él, es, lo consecuente en una comunicacón fluida, equilibrada; y es sin distingo de raza ni de propósito.
Saludos