Cordial Saludo .
Carlos Andrés ,encontré éste articulo tal vez le pueda servir,
"Un Proceso de Sanación para la Laminitis"
Comience con un punto de vista diferente
Hoy en día, la laminitis es considerada un desastre. Antes, uno le sacaba las herraduras al caballo y lo soltaba a potrero por un año; cuando sanaba lo ponía a trabajar; y la vida continuaba.
La laminitis se ha transformado “en un caso para asustarse” debido a que la medicina convencional se ha convertido en medicina de alta tecnología y ha ignorado el excelente proceso natural de sanación de los caballos. El caballo no necesita de herraduras o plantillas especiales; no necesita de medicina de lujo que le confunden su sistema y le sobrecargan el hígado; y especialmente no necesita del “descanso en pesebrera.”
Los caballos son buenos sanadores. El caballo puede sanar una laminitis de lo más bien sin herraduras, con un sencillo despalme tipo caballo mustang, y con mucha caminata. Mientras más nos frustramos con tratamientos de alta tecnología, más difícil es para él el proceso de sanación.
Por lo tanto:
-- sáquele las herraduras
-- déjelo las 24 horas libre (no encerrado), preferentemente con otros caballos para que exista motivación para moverse.
-- téngale pasto seco (no alfalfa), disponible las 24 horas.
-- al despalmar, la principal prioridad es darle alivio inmediato al caballo, para eso se deben remover los acampanamientos y reducir la presión que la tercera falange ejerce en la suela alrededor del área del dedo.
Despalme para Rehabilitar la Laminitis.
La laminitis tiene una apariencia típica. El dedo puede estar fuertemente acampanado; la línea blanca está extremadamente estirada y blanda similar a madera podrida. La suela es plana donde la tercera falange presiona sobre ella, por lo que el casco se ve “como un bloque”. El rodete coronario y los cartílagos laterales pueden sobresalir hacia arriba. Generalmente los talones están muy largos.
El enfoque sin herraje es hacer que crezca una nueva casco alrededor de la posición actual de la tercera falange. Esto difiere del enfoque convencional veterinario, que trata de “empujar” la tercera falange a su antigua posición dentro del casco.
Slds,
Daniel Riveros.