Los montadores buenos son una clase privilegiada del gremio...se les paga por disfrutar de nuestros mejores caballos...y es que no es fácil lograr ser un montador experto, con fama, con honestidad y con calidad probada...de esos hay muy pocos...
La curva de aprendizaje de un montador es amplia, larga y escabrosa...no todos tienen la oportunidad, o la paciencia para pasar por todas las etapas necesarias...algunos se quieren graduar muy de prisa...y se vuelven políticos en su discurso y en su proceder...
Los montadores tienen un lenguaje, un léxico...una forma de decir las cosas en el transcurso del proceso de arrendamiento...el léxico debe ser positivo, alentador...en esa etapa confrontan un conflicto de honestidad...como mantener al dueño contento, si notan que el potro no progresa por falta de calidad ?...esa es una etapa difícil para todos los montadores, mas aun cuando el dueño es inexperto y espera mucho de un potro que no tiene cualidades...ahí la honestidad del montador se pone en prueba...es difícil confrontar al dueño con la realidad...y mas difícil perder el dinero que genera esa monta...en esa etapa algunos montadores se vuelven políticos e inventan todo tipo de argumentos para justificar el estancamiento...o para insinuar sutilmente que el potro no tiene las cualidades...
Los dueños nuevos deben comprender esto y deben aprender a descifrar el léxico de sus montadores, para comprender cuando ha llegado el momento de desistir, o de cambiar de montador...respeto para todos