Yo también tome el riesgo, siempre he tratado en lo posible de utilizar reproductores carteludos, pero por primera vez le cojo un buen número de crías a un caballo que no tiene una sola cría nacida.
Un criadero de renombre decide no seguir con la crianza, y su dueño toma la opción de quedarse solamente con el mejor potro y me ofrece dármelo en compañía para que yo siguiera manejandolo. Resulto que el potro es hermano completo de mi mejor yegua de cría La Sherezada de San Pedro.
Resulto ser un potro con todas las características que a mi me gustan de un reproductor, pero que venía con problemas de arreglo, los cuales se han venido corrigiendo en estos meses.
El potro mide 1.43, castaño cerrado, excelentes patas, aplomado, muy brioso, rápido, de muy buen fondo.
Después de verlo y sentirlo y con una raza que ha funcionado en mi criadero no dudé en probarlo y aunque la primera cría del caballo hasta ahora va a nacer en septiembre, estoy casi seguro de no haberme equivocado,