Autor Tema: La fisioterapia en equinos como tratamiento de las enfermedades  (Leído 7309 veces)

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La fisioterapia en equinos como tratamiento de las enfermedades
« : Septiembre 18, 2006, 10:59:06 am »
Es importante ante todo, definir adecuadamente el termino FISIOTERAPIA para que luego podamos hablar de su utilización en las distintas enfermedades del tarso equino

La FISIOTERAPIA es una terapéutica que utiliza a los agentes físicos como medio curativo. Los ejemplos mas característicos son la utilización del calor, frío, agua, electricidad y radiaciones no ionizantes. Los métodos para aplicar estos agentes son, por ejemplo, desde la simple ducha, hasta el Ultrasonido, Laser, Campos magnéticos pulsátiles, Iontoforesis, terapia por ondas de choque, etc.(que serán deos posteriormente)

En medicina humana son una parte fundamental que complementa los tratamientos ortopédicos-quirúrgicos y como una actividad mas en la preparación del deportista.
La utilización de la FISIOTERAPIA en medicina equina es reciente considerando que la mayor cantidad de trabajos científicos han sido publicados en los últimos 25 años.

Actualmente podemos resumir como indicaciones principales de esta terapéutica a:
a) lesiones oseas y sus secuelas con resolución quirúrgica y ortopédica
b) Lesiones tendinosas o musculares con o sin resolución quirúrgica
c) lesiones ligamentosas (articulares en general) con o sin resolución quirúrgica
d) como rutina pre y post competitiva
e) como parte del entrenamiento y preparación física del deportista.
f) en algunas enfermedades bronquiales crónicas.

Los mecanismos de acción básicos de la Fisioterapia en general, se deben a:

a) efecto térmico (producción de calor)
b) efecto bioquímico (producen y/o incrementan reacciones de la química corporal que mejora la recuperación de lesiones)
c) efecto cinético (a través del movimiento pasivo o activo de las distintas estructuras corporales).

Los tres efectos previamente deos producen un aumento de la circulación sanguínea y linfática.

Al incrementar el flujo sanguíneo, se mejora y aumenta la nutrición y concentración de oxígeno en los tejidos. También se favorece la eliminación de deshechos celulares que son lesivos por si mismos.

El aumento de la temperatura local produce un aumento del metabolismo del tejido (situación favorable para la recuperación) y se aumenta la presencia de glóbulos blancos, activándose así mecanismos de defensa local.

Todo lo deo nos permite afirmar que en general la Fisioterapia minimiza los procesos inflamatorios, mejorando y aumentando la producción de tejido colágeno cicatrizal. También se debe resaltar que se produce analgesia, que contribuye a la relajación muscular, y se previenen o tratan sus atrofias.
 
a. TÉCNICAS FISIOTERAPICAS APLICABLES A ENFERMEDADES DEL TARSO EQUINO
 
Crioterapia (terapia por frio): esta es una técnica terapéutica simple, barata y efectiva. La respuesta fisiológica de los tejidos al frío puede ser resumida de la siguiente forma, primero se produce una vasoconstricción, la cual es seguida por vasodilatación. Esto provoca un aumento del intercambio metabólico que sumado al efecto propio del frío, conduce a analgesia.
 
La disminución del dolor, inhibe el reflejo simpático post-traumático responsable de la contractura muscular. Normalmente se aplica en procesos agudos complementando otras terapias con el fin de minimizar un proceso inflamatorio.
 
La crioterapia es de utilidad en el periodo agudo del complejo contusión articular del tarso y en las bursitis calcánea. El mismo puede ser aplicado en forma estática en forma de hielo (bolsas de goma), o con packs de plástico con gel enfriado previamente en la heladera, los cuales se adaptan a vendajes (garroneras) especialmente diseñados.

La Hidroterapia es una alternativa en la aplicación de frío y  puede ser realiza con agua a presión fría, por manguera o inmersión, sumando así la acción mecánica del chorro de agua. Lo ideal en el caso de duchas es que se realice por lo menos 6 veces por día. También pueden utilizarse botas de agua fría, en las cuales se sumerge el miembro, pero en este caso la zona tratada es mayor.

Si no se tuvieran los elementos anteriores, es muy práctica la utilización de algodones mojados y colocados en la heladera hasta su enfriamiento al punto de congelación, para luego ser amoldados al tarso. Es de mucha utilidad realizar masajes en la zona comprometida con bolsas de hielo y/o con los packs frios. Como en todos los casos conviene utilizar algún lubricante para minimizar el roce. El efecto frío puede ser potenciado con los lubricantes, utilizando mezclas de carboximetilcelulosa con mentol. Como en todos los casos, se debe ser muy cauto al realizar los masajes, para no destruir la circulación linfática o eventualmente producir mas lesión en los tejidos edematizados. La periodicidad de aplicación es de 6 a 8 veces por dia con una duración mínima de 20 minutos
 

Termoterapia (terapia por calor):El calor básicamente produce un aumento de la circulación por vasodilatación, mejorando el metabolismo local. Además se suma un efecto analgésico por efecto directo sobre determinadas terminaciones nerviosas, llevando a una inhibición de la contractura muscular refleja. En líneas generales, en las afecciones de tarso, recurrimos a la termoterapia en lesiones subagudas a crónicas. Esta técnica es de utilidad en la recuperación de ciertas artropatias de tarso como esfuerzos articulares, artrosinovitis pero es especialmente válido en la enfermedad articular degenerativa, como un paliativo mas en su manejo clínico.

El calor puede ser superficial y profundo. En la terapia por calor superficial, se utilizan lámparas infrarrojas (método poco práctico en el tarso por las eventuales destrucciones de la lámpara y daños al equino y operador,) o por la utilización de almohadillas térmicas eléctricas adaptables al tarso. También puede utilizarse packs con gel que puede calentarse por medio de bañomaria o dispositivos que provocan por reacciones químicas exotérmicas un calor que puede durar de 30 a 120 minutos, aplicados con vendas que se adaptan especialmente.(Bodyheat-M.R.)

La termoterapia profunda se utiliza a través de onda corta, que produce un calentamiento de los tejidos por efecto de una corriente alterna de alta frecuencia que lo atraviesa. Cuanto más denso es el tejido, mayor resistencia ofrecerá, y el calor se elevará. Por esta razón hay que ser muy cuidadoso en el tarso con esta técnica, ya que un excesivo calentamiento, incrementa el dolor, o lo que es peor, puede inducir a lesiones.

Además la distancia entre piel y electrodo debe ser la misma en ambas partes, sino, puede producirse un aumento de temperatura desigual, produciendo quemaduras. Puede ser útil en el síndrome bursitis tendinitis cuneana, pero, hay que advertir que su aplicación debe estar muy bien controlada por un experto.

Además de las indicaciones terapéuticas de la termoterapia previamente expuestas, se debe agregar su utilización en la preparación inmediata para el trabajo en equinos deportistas que están especialmente afectados.
 
ELECTROTERAPIA
 
Iontoforesis: El fundamento físico, está dada por los efectos polares de la corriente galvánica, y la descomposición de bases y sales, por el pasaje de la corriente, conocida como electrólisis. Esta técnica permite la introducción de medicamentos en el organismo, por medio de las corrientes eléctricas unidireccionales.

Los líquidos como el agua, dejan pasar la electricidad cuando tienen en disolución ácidos, bases y sales, llamados electrolitos. Esta unión de un cuerpo disolvente (líquido), y un cuerpo disuelto (electrolitos), conforma la solución electrolítica.
La electricidad no se trasmite por conducción, como en cualquier conductor metálico, sino que lo hace por convección, vehiculizada por partículas materiales que marchan a través del líquido, llamadas iones,(del griego viajero), y que son las partículas electrizadas (con carga eléctrica), en que se descomponen las moléculas de los cuerpos sometidos a electrólisis.

Se consideran iones electropositivos, los que se mueven hacia el polo negativo (cátodo), e iones electronegativos a los que son atraídos por el polo positivo (ánodo). Son llamados también cationes y aniones, respectivamente.

Debido a este comportamiento polar, los iones con carga negativa, son colocados en el polo negativo, para penetrar en el organismo por rechazo de igualdad de cargas, a través de la piel. A la inversa, los iones positivos deben ser colocados en el polo positivo, para que se cumpla lo anterior.

El traspasar la barrera córnea de la piel, poco permeable a la penetración iónica, es sumamente dificultosa, por ello es que los iones se vehiculizan a través de los pequeños orificios de las glándulas sudoríparas y los folículos pilosos.
Luego de esto, se presenta el medio intersticial, formado por una sucesión de pequeños y numerosos lagos salinos. Los iones circulan líbremente en ellos, pero para pasar de uno a otro, deben franquear las membranas celulares.

La permeabilidad de las mismas, es un fenómeno de carácter electro-iónico, cierta cantidad de iones se acumula a un lado e a membrana, otorgándole su polaridad. Cambiar la polaridad de una membrana, es también modificar su permeabilidad.
Los iones que han recuperado sus características químicas, se agrupan en moléculas, quedando en los espacios intercelulares. Por vía de la endocitosis las células engloban a estas moléculas y las incorporan. Ya en su interior, forman vacuolas, que los órganos de Golgi, poniendo en acción los lisosomas, las procesan y devuelven al medio íntersticíal, exocitosis, pasando al medio sanguíneo y al resto del organismo.

Este mecanismo de absorción, permite al medicamento permanecer por más tiempo en la zona, facilitando su liberación en forma lenta y gradual.
 
Su técnica de aplicación se lleva a cabo utilizando electrodos de metal blando, recubiertos por una capa de material absorbente, algodón, gasa, etc. de un centímetro de grosor, aproximadamente, debe sobresalir del electrodo medio centímetro, para evitar quemaduras por contacto con la piel. El medicamento a emplear, se coloca en una gasa o algodón muy fino, ubicado sobre la zona a tratar, en forma de solución electrolítica, y sobre esta capa se coloca el electrodo recubierto, conectado al polo correspondiente, el otro electrodo se coloca en la zona opuesta, de ser posible o en una zona adecuada. Se recomienda esta técnica precisa para la administración del fármaco, porque evita errores de concentración del mismo, caso que ocurriría al colocar la solución electrolítica en el algodón que recubre los electrodos. Se fijan los mismos por medio de bandas elásticas. Los paños de los electrodos deben ser cambiados al utilizarse diferentes medicamentos y pacientes, para evitar errores. A continuación se eleva la intensidad del generador, hasta que el paciente siente una sensación ligera de electricidad o ligeros pinchazos o cosquilleo, generalmente entre 2 y 7 mA, que en el equino se manifiesta con movimientos defensivos, a los cuales hay que estar muy atentos para evitar accidentes. El tiempo empleado es alrededor de 10 a 20 minutos, y las aplicaciones variaran segón el caso a tratar.

Ante un trauma de tarso reciente, en donde hay predominio del edema , se utiliza alfa quimotripsina, hialurionidasa, indometasina, dexametasona y butazolidina, rodeando con los electrodos las zonas comprometidas.

La iontoforesis es de utilidad en el sindrome Bursitis tendinits cuneana, utilizando dexametasona como droga a ionizar.

Tambien puede utilizarse en bursitis calcanea, con dexametasona, hialuronidasa, indometasina o ioduro de potasio, con buenos resultados.

Las heridas en el tarso, especialmente en la cara anterior, suelen tener una cicatrización tórpida, y en este caso la iontoforesis es un aliado importante para facilitar la curación. Se realiza rodeando la zona con los respectivos electrodos utilizando cloruro de zinc, ioduro de potasio, thiomucase y corticoides para evitar la granulación exhuberante. También es de utilidad utilizar antibióticos, como gentamicina, que facilitan y complementan la terapia antimicrobiana.
 
Estimulación eléctrica: dentro de las posibilidades de aplicación de corriente farádica, la mas aplicable al tratamiento de las artropatías de tarso es la electroanalgesia la cual es una técnica muy interesante dentro de las posibilidades de utilización de la electricidad para el tratamiento de enfermedades dolorosas de curso agudo y crónico.

La electroanalgesia es una terapia electrofísica cuya función es anular el dolor en forma pasajera sin utilización de drogas. La misma puede ser realizada a través de aparatos como el TENS (transcutaneous nerve stimulator),o a través de aparatos emisores de corriente galvánica(del mismo tipo que los que se utilizan para iontoforesis) o galvano-farádica. El TENS, es un emisor de corrientes de tipo alterna, de onda bifásica asimétrica, con una frecuencia de 10 a 150 ciclos pos segundo, con una intensidad maxima de 2,2mA. La electroestimulación nerviosa transcutánea (TENS), está libre prácticamente de contraindicaciones y efectos colaterales o indeseables.

Actualmente se han desarrrollado equipos de nueva generacion llamados APS (TERAPIA POR POTENCIALES DE ACCION SIMULADOS), que generan un impulso eléctrico de alta frecuencia, superando así al impulso eléctricos naturales de las neuronas inhibiendo así el dolor.
 
En líneas generales todos los procedimientos producen un bloqueo del dolor transmitido al cerebro mediante la electroestimulación neuromuscular, que impide que se conduzcan los impulsos eléctricos desde la periferia (receptor) hacia el mismo. También se han comprobado efectos estimulantes sobre la producción de endorfinas, favoreciendo así el efecto analgésico.

El sistema de analgesia trabaja en forma equivalente a las drogas químicas, es decir que no actúa sobre la causa o afección que produce el dolor, sino directamente sobre éste.

El mecanismo de acción, se basa en la teoría de la compuerta (Melzack y Wall, 1965) que expresa que la señal nerviosa que trasmite el dolor entre el punto álgido y el cerebro, es de tipo bioeléctrico, por lo que su tránsito puede ser obstaculizado por medio de corrientes eléctricas inhibitorias.

Esta teoría también expresa que la neurona del asta dorsal de la médula actuaría como "compuerta abierta" para el arribo de estímulos transportados por las fibras nerviosas finas D y C, y como "compuerta cerrada" para los estímulos que provienen de las fibras gruesas B. Las fibras finas D y C formarían el sistema de activación del dolor, mientras que las B, de mayor sección y velocidad de conducción serían las encargadas de inhibir la señal dolorosa. Las corrientes generadas durante la aplicación de la estimulación nerviosa transcutánea estimularía a las fibras B, quienes por lo tanto inhibirían el dolor.

Como reglas generales, los electrodos se colocan rodeando la lesión, o utilizando ciertos puntos reflexógenos. Se utilizan estímulos de baja frecuencia (1 a 20 Hz - pulsos por segundo, durante 30 minutos) 3 a 4 veces por día, con el fin de elevar el umbral de dolor en procesos crónicos, por acción de estímulo nervioso y por liberación de endorfinas. Esta técnica es particularmente útil en casos de enfermedad articular degenerativa de tarso (ART. TARSOMETATARSIANA Y/O INTERTARSIANA DISTAL).

En casos agudos se utilizan estímulos de alta frecuencia (50 a 120 pulsos por seg. durante 30 minutos, ubicándose en lugares específicos –a veces puntos de acupuntura- o rodeando la lesión, 6 a 8 veces por día.
 
ULTRASONIDO TERAPÉUTICO:
funciona a través de la emisión de ondas ultrasónicas (no audible para el humano), pero que producen un efecto mecánico-vibratorio de los tejidos profundos. Normalmente se utiliza para tratar contracturas musculares, tendinitis, exostosis (sobrehuesos), lesiones ligamentosas,etc. Se ha demostrado científicamente que mejora mucho la calidad del tejido cicatrizal en tendones por favorecer la producción de un colágeno mas elástico. Es muy importante que se utilice por personal idóneo, ya que aplicación incorrecta en dosimetría y ubicación del cabezal puede provocar serios problemas.

Su mecanismo de acción esta relacionado a tres factores: 1-acción térmica, 2-acción mecánica y 3-efectos secundarios. Respecto a la acción térmica, la onda ultrasónica, se transforma en energía calórica en los tejidos, produciendo reacciones bioquímicas sensibles a temperaturas, como reacciones vasculares y de conductibilidad eléctrica. La acción mecánica que producen las tensiones de tracción y presión, o de compresión y dilatación de la onda ultrasónica, producen una especie de amasamiento, llamado masaje celular o micromasaje sónico. Estas fuerzas determinan que por las diferencias de densidad existentes dentro del tejido, aparezcan cargas eléctricas periféricas en las membranas celulares y como consecuencia, reacciones químicas íntimas. Los efectos secundarios son efectos electroquímicos provocados por la acción mecánica (cavitación y pseudocavitación).
 
El efecto de cavitación, provoca en la sangre por tener gases en disolución, una activación de las moléculas de oxigeno. La seudocavitación, provoca la aparición de campos eléctricos de gran intensidad, que a su vez activan fenómenos químicos, desdoblándose moléculas complejas, dando formación a sustancias intermedias. También el ultrasonido tiene propiedades coloidoquímicas, favoreciendo la penetración de agua en coloides pobres de ella. Estas propiedades, permiten sospechar una acción directa sobre las células enfermas. Existen también efectos reflejos, ya que se observa que la excitación de una zona determinada, no produce solamente efectos bioquímicos a nivel focal, sino que determina una modificación de la sinergia funcional neurovegetativa, provocando reacciones neurovegetativas, (reacciones a distancia), que seria otra de las explicaciones de los fenómenos terapéuticos del ultrasonido.

Respecto a la aplicación, se realiza pasando el cabezal sobre la zona a tratar siempre con un intermediario como un gel y preferentemente depilando la zona previamente. El cabezal se desplaza en forma de líneas paralelas o en forma de círculos, lentamente. Generalmente las pasada paralelas en sentido de los tejidos sanos subyacentes favorecen la restitución anatómica de las lesiones a tratar, y las pasadas en forma de circulo, favorecen las reabsorción de hematomas y edemas.

En todos los casos, es muy importante considerar, que se debe ser muy prudente al utilizar el ultrasonido en el tarso, ya que en general, por las características de esta zona anatómica,

Las superficies óseas están en íntimo contacto con la piel. Si la dosificación del ultrasonido es excesiva en intensidad o tiempo, el dolor puede aumentar por una periostitis secundaria En las bursitis calcáneas se utiliza a dosis de 0,75 a 1 w/cm2 por 15 minutos día por medio en forma pulsátil durante 25 minutos.

En artrosinovitis tibiotarsal, y como tratamiento sintomático, se puede utilizar a dosis de 0,75 w/cm2 10 minutos , pulsante, todos los primeros 7 días, y luego día por medio 7 aplicaciones mas.

En las rehabilitación de heridas de tarso, especialmente en la recuperación de aquellas que han dejado una gran fibrosis cicatrizal, es importante el uso del ultrasonido para minimizar la formación de tejido fibroso, y en muchos casos, para disminuir el ya formado. Se utiliza sobre la herida en forma de lineas paralelas, a dosis de 1,5 w/cm, pulsante, durante 5 minutos día por medio durante un mes. Generalmente se observa una notable mejoría en el tamaño de la deformación, y se verifican mejoras en la biomecánica.

En la enfermedad articular degenerativa, es de utilidad su utilización subacuatica, es decir, sumergiendo la zona y dentro del agua, dirigir el cabezal hacia la zona afectada, pero el problema es que hay caballo que cuando sientes en miembro posterior en una cubeta alta, es decir que les llega hasta el garrón, y ante el mino movimiento, tienden a reaccionar mal, por sentir su miembro "aprisionado", pero si se intenta con paciencia, hay caballos que se adaptan bien, y esta técnica suele tener buenos resultados, en lo que hace a la analgesia de la zona. Generalmente, cuando se puede utilizar, se usan dosis de 2 w/cm durante 15 minutos día por medio.

Si en lugar de un gel inerte, se utilizan geles con drogas tales como salicilato de metilo, alcanfor, esencia de westergreen, se puede potenciar los efectos analgésicos, circulatorios y antiinflamatorios. Asi mismo, la utilización de gel con dexametasona, puede potenciar los efectos antiinflamtorios.(ULTRASONOFORESIS)
 
CAMPOS MAGNÉTICOS PULSÁTILES:
esta terapia se basa en la utilización de fuerzas magnéticas producidas por una bobina eléctrica dentro de la cual se coloca la zona anatómica del animal a tratar. Los efectos se basan en un aumento del intercambio celular, situación que mejora la nutrición local. El magnetismo interactúa con el hierro de la hemoglobina (pigmento que contienen los glóbulos rojos), provocando un aumento del flujo sanguíneo. Esta técnica es particularmente útil en lesiones articulares, y se ha observado un gran éxito con la aplicación de electrodos en una manta para dolores musculares de lomo y grupa.

Según el comportamiento de las sustancias frente a un Campo Magnético de Baja Frecuencia, dependiendo de la mayor o menor incorporación de energía magnética (capacidad está determinada por el movimiento de rotación del electrón sobre su eje (SPIN) y la cantidad de átomos no apareados), cuando son atravesadas por un campo magnético, se las puede clasificar en:

Diamagnéticas: son las sustancias menos susceptibles a la acción de un campo magnético de baja frecuencia, porque el SPIN de sus electrones es muy bajo, y casi no poseen campo magnético.

Paramagnéticas: poseen un campo magnético propio moderado, que reacciona aumentando el propio al ser sometidas a la influencia de un campo magnético de baja frecuencia. En el cuerpo de los animales, estas sustancias están presente en gran cantidad.

Ferromagnéticas: poseen un SPIN muy alto, y gran cantidad de átomos no apareados, por lo tanto reaccionan con gran aceptación frente a un campo magnético de baja frecuencia.

De lo antedicho se podría inferir que dada la elevada concentración de sustancias paramagnéticas en los organismos vivos, el empleo de campos magnéticos de baja frecuencia debería afectar de alguna manera el metabolismo celular y , de hecho, se observan resultados clínicos aceptables frente a su uso, pero no existen hasta el momento investigaciones que fundamenten el mecanismo íntimo de acción.

Aun asi, desde un punto de vista clínico, se observan resultados en pacientes afectados por artropatías crónicas especialmente de las articulaciones tarsometatarsiana e intertarsiana distal. La técnica consiste en rodear la zona con las bobinas electromagnéticas, y aplicar una intensidad de 80 gauss durante 1 hora, en forma diaria, durante un periodo de 30 días.
 
TERAPIA POR ONDAS DE CHOQUE:
La Terapia por ondas de Choque, comenzó a usarse como una técnica no invasiva, que evita la cirugía convencional en urolitiasis, como ejemplo típico. Se la denominó bisturí acústico por su particular mecanismo de acción, ya que produce la destrucción de cálculos urinarios por impacto a través de la emisión de dichas ondas. Su uso en cirugía comenzó en los años ’80, siendo los cálculos renales y ureterales, los casos más comunes tratados por esta técnica. Actualmente, se observa que a la luz de resultados preliminares de distintas experiencias realizadas en medicina humana y en medicina veterinaria, tiene también una gran utilidad en el tratamiento de distintas enfermedades ortopédicas. También se ha observado su utilidad en el tratamiento del dolor en los tejidos blandos vecinos a las estructuras óseas.

Hasta el momento la Terapia por Ondas de Choque (TOCH) se ha utilizado en desmitis de Interosseus III, Entesopatias, Tendinitis de Flexores, Bursitis profundas, Mialgias cronicas de Longissimus dorsi, Superposicion de procesos espinosos dorsales, Sindrome Podotroclear.

Las ondas de Choque se definen como impulsos mecánicos de presión, que se propagan en medio gaseoso o líquido.
 
La onda frontal, puede sobrepasar los 1000 bar en un tiempo extremadamente corto, la cual es seguida por una fase de presión tensil equivalente a 100 bar. Las ondas de choque aplicadas previamente en ingeniería médica, son pulsos de presión cortos que son generados en agua.

Las bases teóricas del mecanismo de acción de las ondas de choque se supone que estan relacionadas a:

1. cambios químicos que inducen la liberación de sustancias inhibitorias del dolor.
2. Destrucción de membranas celulares los receptores de dolor en donde el mismo se genera., inhibiendo así su transmisión.
3. Estimulación de los receptores de dolor induciendo la emisión de impulsos de alta frecuencia. La retrocesión de estos impulsos dolorosos que dependen de un estimulo externo, inhiben así la transmisión, (teoría de la compuerta)
4. Liberación de endorfinas, que provocan una inhibición local del dolor
Todas estas teorías están siendo evaluadas en distintas investigaciones clínicas. Aparentemente, pueden existir la combinación de dos o mas de estas bases en forma simultanea.

Uno de los parámetros para la medición de los efectos de las ondas de choque es la Densidad del Flujo de Energía, que corresponde a la cantidad de energía que fluye por unidad de superficie (mJ/mm2). Las células poseen la propiedad de regenerarse luego del tratamiento, (potencial de reparación), el cual disminuye al aumentar el flujo de energía. Si el nivel de energía es muy alto, los núcleos celulares se destruyen. En las osteoterapias, el nivel debe ser lo suficientemente poderoso como para lograr el efecto osteogénico de destrucción de estructuras óseas. Por otro lado, la destrucción tisular en las terapias de dolor, es un efecto indeseable. El Flujo de energía debe diferenciarse de acuerdo a su aplicación.

Los efectos de la TOCH en los tejidos pueden resumirse asi:
1. aumento del metabolismo local
2. reabsorción de los depósitos de calcio en las áreas tendinosas
3. disminución de la inflamación y sus consecuencias
4. disminución de la percepción del dolor
5. aumento de la carga mecánica local, situación que conduce a la rehabilitación
6. Superposición de procesos espinosos dorsales
 
 
En artropatias de tarso se observan efectos beneficos en enfermedad articular degenerativa de las Artic. Tarsometatarsiana e Intertarsiana distal, fundamentalmente como neurolítico
 
 
EN CONCLUSIÓN, la fisioterapia es una terapéutica de utilidad y efectos indiscutibles en la medicina deportiva del atleta equino. La tendencia de su uso a nivel competitivo internacional se hace cada vez mas constante en los equinos, solo basta considerar que en la últimas Olimpíadas, todos los principales equipos tenían un fisioterapéuta propio. Pero lo mas importante, es resaltar que estas técnicas, muy útiles para el tratamiento de las enfermedades del tarso, son poco utilizadas, tal vez por desconocimiento o por falta de profesionales idóneos en su utilización.

Autor/es: Med. Vet. José Alberto García Liñeiro
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