Julián, de corazón te ofrezco mis más sinceras condolencias, hay caballos confidentes que guardan nuestras rabias, frustraciones, anhelos y alegrías. Convirtiéndose en psicólogos personales.
Pero lo que más me duele, que por el sonso de tu veterinario me quede sin preñar mi yegua hppppppppppppppppppppppp.
Me gustaba como un verraco la raza del IMPACTO DE LA SARA.
Jorge alonso Monsalve J