Los caballos y la Felicidad
Hace un tiempo escribí en estas páginas una crónica del por que me tomaba dos Whiskys al regresar los Viernes de pasar una tarde con mis caballos y las razones de mis disfrutes, pues bien, los comentarios de ese escrito fueron halagadores, entendiendo el verdadero propósito de esta práctica.
Hoy, con más edad comprendo la necesidad vital de producir los beneficios de la hormona "Endorfinas" (hormona de la felicidad)y que su producción esta ligada a el estado de ánimo producido por la actividad del momento, y , que mejor que compartir con tus caballos sus virtudes y hasta sus defectos? Todos son distintos, y te están mostrando permanentemente diferentes actitudes Y,comprenderlos, es parte de nuestro objetivo o satisfacción; pero, estos razonamientos me llevan a pensar y no entender, como algunos colegas de afición, terminan, amargados y perturbados por todo lo que rodea esta actividad, será que no tienen caballos? O qué nunca ganaron un campeonato? No tienen mas que hacer? Si ustedes observan las CRITICAS en estas páginas son infinitas y si les cuento las que oído en las juntas de las asociaciones y en las nacionales, son de nunca acabar.
Pienso que el valor potencial de una opinión tiene una relación directa con lo aportado a la causa,con hechos y argumentos que se vean, no, de bla, bla.....
El propósito de mi comentario es que comprendan que toda afición es un pasatiempo que nos debe producir alegrías y buenos momentos incluyendo nuevas amistades y no rivalidades desagradables y que la dirigencia ad-honorem, tiene unos límites distintos a las obligaciones laborales de nuestro modo común de vida profesional.
Demonos tiempo,al lado del caballo, es posible produzcamos hormonas de Felicidad...
Escuche una conferencia de un científico Colombiano, y llamó la atención decir que había un dolor más allá del físico, usualmente causado por una carga tremenda de remordimientos, producidos por actos que dejamos sin hacer, y si, darle poca importancia, a lo que es esencial en nuestras vidas, y lo peor darnos cuenta muy,muy tarde....
Rafael Sánchez
Lago Claro