Señores foristas
Me atrevo a participar en este topic, que se ha desviado del tema original por los recovecos imponderables de un flagelo que azota caprichosamente a ese noble animal que todos decimos amar pero que muchas veces olvidamos respetar, alabo y comparto la actitud conciliadora y respetuosa de los señores foristas cuentasclaras y caballo loco y muchos otros, que siendo apasionados por el caballo no cierran sus ojos a la diversidad, ni se ciegan por el éxito o adversidad que esta actividad depara. Es bueno recordar que las fronteras las pusimos nosotros, el hombre, salvo las islas país, que tiene un límite natural, las demás fronteras las inventamos nosotros, los ríos que son arterias llenas de vida en casi toda la geografía se convierten en líneas inamovibles para demarcar un territorio. Lo triste es que esto lo convertimos en ley de vida.
Muchas veces leo en este espacio que muchos foristas se llenan la boca escribiendo que tenemos el mejor caballo de silla del mundo, me atrevo a decir que el 99,9999999% no ha cabalgado nunca en razas representativas de otros países, que son tan suaves y de silla como nuestro emblemático caballo, lo cual no le quita ni le otorga nada al reconocerlo, es simplemente una muestra de respeto y conocimiento. El vano orgullo nacionalista y regionalista nos convierte en frágil materia para inescrupulosos políticos impresentables, tipo Maduro, Uribe y tantos otros que abundan en el mundo, para manipular los sentimientos de los pueblos.
Hablar o tratar de desprestigiar a animales de otras regiones o países es casi un deporte nacional, así sin embargo nos llenamos la boca pregonando el amor por los caballos. Denigrar de los caballos de paso fino colombiano nacidos y criados en Puerto Rico, territorio de todo mi afecto donde viví una época inolvidable de mi juventud; USA, gran nación donde estudie y formé; Republica Dominicana, con su gente maravillosa y alegre; Venezuela, país lleno de colombianos y tan similar a nosotros en costumbres y belleza; Alemania, nación donde se ama al caballo; Aruba y Antillas, hermosas islas siempre abiertas y acogedoras; y todos los países a donde ha llegado nuestro silencioso y encantador embajador, el caballo criollo colombiano en todos sus pasos. Todos con un origen común y un ancestro compartido, tanto los de allá como los de aquí.
Mis sinceros respetos a todos los esforzados criadores amantes del CCC nacionales y extranjeros, la gran mayoría con un verdadero amor por los caballos, unos con más éxito que otros pero unidos por la misma pasión y alimentando el placer de disfrutar de un magnífico caballo de silla, no es necesario enfrascarnos en una discusión bizantina, porque hablar sin pruebas fehacientes puede no ser delito aquí, pero sí en otros lugares donde se protege en serio la honra y buen nombre de sus ciudadanos. Muchas veces no es mala fe sino ignorancia crasa y un dañino nacionalismo lo que nos mueve a decir cosas, sin medir las consecuencias.
Sinceramente
CENTAURO95
“El nacionalismo es una enfermedad infantil. Es el sarampión de la humanidad.” A Einstein