Algunas personas creen que los caballos se detienen por las acciones de rienda y lo aplican cada vez que quieren reducir la velocidad de sus caballos y esto acaba por desencadenar acciones de rienda de oposición exageradas por un apoyo demasiado fuerte de los caballos en las embocaduras . Los caballos van reaccionando ante el abuso o exceso de mano en su boca, por eso no es raro que un caballo pase la lengua por encima de la embocadura y esto lo hace para evitar el dolor que le produce la presión que recibe la lengua entre la embocadura y sus propias barras mandibulares , esto es por el mal empleo de las riendas la embocadura aplasta la lengua del caballo sobre las barras mandibulares que tienen forma aguda y ocasionan un daño importante en la lengua del caballo, no olvidemos la cantidad de terminaciones nerviosas que tiene esta parte del caballo. Lo malo viene cuando la solución de los jinetes pasa de nuevo por no reconocer un mal empleo de sus ayudas y acaba buscando soluciones como el cierra-bocas o un freno más bravo donde al caballo solo le queda acostumbrarse al dolor.
La defensa de los caballos también pueden ser de tipo posicional para evitar esa presión excesiva en su boca e intentar amortiguar de esta forma el dolor que recibe sobre todo en su barra mandibular inferior, así muchas veces tenemos caballos demasiado encapotados casi con su boca en el pecho, a eso se le llama “caballo debajo de la mano” teniendo aun caballo que esconde literalmente su boca para evitar la presión antes mencionada para recibirla totalmente en las comisuras de los labios, continua haciéndole daño pero evita el dolor insoportable del aplastamiento de la lengua y el agudo contacto de la embocadura con la barra inferior . Otra forma de defensa posicional es la llamada “ Caballo encima de la mano” o “Delante de la mano” esta vez el caballo levantará su cuello y cabeza invirtiendo su posición correcta para evitar lo mismo que en caso anterior y cargando igualmente la presión en la comisura de los labios.
No hay que analizar demasiado para imaginarse que en cualquiera de los dos casos la alteración de la posición correcta va a afectar negativamente en diversas zonas del caballo y claro está en su biomecánica.
Cuando el caballo se defiende “Detrás de la mano” es decir con la cabeza y cuello muy bajos y con el ángulo que forman muy cerrado tendremos como principales consecuencias un exceso de estiramientos de los ligamentos vertebrales a nivel del atlas y el axis, un exceso de peso sobre las espaldas del caballo con el consiguiente desgaste energético y articular y una pérdida de contacto con el caballo en la mano que restará eficacia e impulsión al movimiento coxo-femoral.
Cuando un caballo toma la posición de defensa “Delante de la mano” las consecuencias principales serán inversión de toda la columna vertebral desde las cervicales hasta las lumbares , imposibilidad de avance correcto de los anteriores con los que afectará también la función coxo-femoral y una exageración de toma de contacto con la mano del jinete que originará muy probablemente huidas ante el dolor difícil de controlar.
Como vemos las repercusiones son varias y graves y no son situaciones únicas sino también podemos ver síntomas como son el cabeceo continuo, golpes en el cuello, etc. Que también vienen del mal empleo de las embocaduras y de las acciones de rienda de los jinetes. Hay que evitar exageraciones en las acciones de rienda para no ocasionar defensas en el caballo como las mencionadas antes, lo mejor es pensar como actúa cada rienda en la boca del caballo y ver la intensidad que debemos de aplicar.
Tenemos que diferenciar entre velocidad e impulsión y utilizar las acciones de rienda de forma correcta sin provocar acciones contrarias y mantener con ayuda de la pierna la presión precisa en el momento justo para propiciar el movimiento adecuado.
Me gusta
