Señores foristas
Leo con atención la opinión casi desafiante de muchos defensores de Fedequinas, donde dicen que nadie propone ideas, difícil tarea cuando quienes están al frente están cómodos y acomodados en su lugar y lo que menos desean son los cambios. Es lógico que ninguna reestructuración es fácil, menos cuando estamos instalados en la comodidad de ver que las cosas son así y funcionan así porque así ha sido siempre, esa postura pasiva, conformista y resignada no es la manera de aproximarse tan siquiera a un cambio de paradigmas, menos aun cuando hay intereses económicos de por medio que hacen que la situación se torne más incómoda para intentar renovar la situación.
He pensado que siendo una quijotada reformar a Fedequinas la solución más viable es hacer rancho aparte, nada impide que se fundamente una asociación independiente de caballistas colombianos, creo que la ley de la libre empresa y asociación lo permite, además que no se está atentando contra el establecimiento ya creado. Esa nueva asociación estaría basada sobre criterios definidos de pertenencia y reglas claras para la crianza del CCC, creo que inclusive de esta manera se podría optimizar la evolución de nuestros caballos, porque se tendría que cumplir unos estándares de calidad y requisitos para criar sin la mescolanza fortuita que impera y ha imperado siempre en el gremio.
Una nueva asociación con sólidos principios morales, donde se pertenecería no por el dinero que se tenga, sino por los principios que se demuestren, esta es una condición que no gustara a muchos acostumbrados al uso de coimas, prebendas, lagarteo y lamboneria. Pero permitiría a todos un trato digno y equitativo, con una definición clara, mancomunada y socializada por consenso sobre los parámetros de crianza, juzgamiento y trato de nuestros animales, que es uno de los más grandes baches que tiene hoy por hoy Fedequinas, nadie sabe cuál es el tipo de animal que se busca y todos quieren es parecerse al campeón de moda.
Tener una definición clara de las reglas de pertenencia, que fomenten una identidad, que permita al caballista sentirse participe de las decisiones y no solo un peon que paga todo y no recibe nada. Con sanciones serias, con descalificaciones a quien no cumpla con lo que se haya establecido, con descartes serios de los animales no aptos para la reproducción. Aquí muchos se vanaglorian de que son selectivos y, que hacen con los descartes? Los sacrifican? Los castran antes de descartarlos? No, los venden, casi siempre a un neófito, que cree haberse ganado la lotería y sueña con empezar su criadero en base a esa animal de alta genética, porque tiene un registro lleno, que ha adquirido de oportunidad.
Es claro que necesitamos cambios radicales, drásticos, responsables, respetuosos del caballo y del gremio, que nos lleven a crecer, en base a solidos principios, no al ritmo del riquito de turno, porque esas carteras súper infladas llegan y no perduran, la historia necia así lo ha demostrado. No es necesario hablar mal de la institución que hasta hoy nos ha regido, solo dejarla de lado, si poco a poco nos quitamos y organizamos algo nuevo seguro que ella desaparecerá solita consumida por su propia ineptitud.
Señores, los invito a considerar esta vía como una posible solución, con fundamentos serios, con respeto al caballo y a los equinocultores, que fomente la crianza y apego por el caballo como símbolo de nuestra identidad nacional, que propenda a precios justos dentro de todo el universo que rodea al caballo, donde ganen los buenos naturales, no los habilitados, donde se termine el compadrazgo y la coima, donde no se gane de nombre por ser el criadero tal o el chalan fulano, sino con apego a unas reglas establecidas y definidas que permitan saber al criador cuales son los parámetros por los cuales se calificara a su animal, sin la subjetividad de la velocidad a ojímetro o la reunión.
Sinceramente
CENTAURO95
“El carácter del hombre es como el oro, necesita del fuego, de las dificultades, para forjarse.” LM Castro