El galápago cuenta con lo mínimo necesario para montar en caballos de silla y es elegante. El tereque y la silla tienen funcionalidades adicionales que se justifican en los entornos donde se usan, en una competencia de CCC esas funcionalidades no se requieren.
En cuanto a los zamarros, la cosa es distinta, aportan estética (¿?) y poca funcionalidad. Ya habíamos tenido hace unos meses un tópico sobre los zamarros y el consenso los defendió.
En asuntos de diseño de todo tipo entran en combinación la funcionalidad y lo estético, por lo general la funcionalidad es lo fundamental y lo estético se subordina a la funcionalidad, si algo funciona, bien, si es bonito, mejor. Lo estético por lo estético también tiene muchos espacios, sinembargo en cosas de caballos de silla y sus expos, lo que cuenta es la belleza del caballo en todas sus formas y manifestaciones y su funcionalidad para el placer; todo lo funcional, como cabezadas, riendas, frenos, etc. es muy importante que sean adecuados, que funcionen, y que también sean bonitos, que enluzcan.
Pero agregar adornos que no tengan funcionalidad, no me parece que tenga sentido. Es el caso de los zamarros que han exagerado su forma solo por criterios estéticos muy discutibles, tienen un protagonismo inmerecido, roban mucha parte de la foto, y además son poco funcionales. Unos zamarros de otras proporciones, limitados a su función, pueden ser bonitos, es lo que debería ser, en mi parecer. Por eso me gustan las chamarras, son funcionales y las hacen muy bonitas. Ah, y como les quedan de bien a las mujeres, recuerden la novela de los gavilanes.
Carlos Mejía