Noticias Generales | Octubre 23, 2018

Introducción Al Caballo Criollo Colombiano

SC
Por: susCaballos

Articulo

INTRODUCCIÓN AL ESTUDIO DEL CABALLO CRIOLLO COLOMBIANO




                                                                   POR: Viviana Ángel Maya
  



Reseña Histórica. Origen y Evolución del Caballo Criollo Colombiano.

Describir el origen del caballo de paso colombiano no es cuestión que admita una única verdad, más bien, son muchas las teorías que al respecto existen, toda vez, que, tratándose de tiempos remotos, presupone la construcción de una serie de hipótesis alrededor de los pocos vestigios disponibles, en el caso concreto de los equinos criollos de Colombia, consistentes en meros relatos o escritos, que versan sobre épocas aledañas a la llegada de los primeros equinos, provenientes de Europa, a tierras americanas.

De hecho, el arribo de los primeros equinos a las Antillas Americanas, en el año de 1493, como producto de la empresa conquistadora española, se conoce históricamente gracias a las líneas de ciertas crónicas, según las cuales, con el segundo viaje realizado por Colón “(…) llegaron 20 caballos y cinco yeguas a la isla que llamaron La Española, actualmente República Dominicana, donde se establecieron criaderos con muy buenos resultados. Con este primer aporte y algunos posteriores hasta 1507 (cuando se suspendieron las importaciones por orden de la Corona) se fueron poblando las islas vecinas, (…), de donde de abastecieron los españoles para la conquista de los países del norte, centro y sur América” .

Ahora, la gran mayoría de las tesis suelen afirmar que la sangre de los primeros equinos llegados a nuestro continente, correspondía a la de caballos andaluces-berberiscos y árabes-berberiscos, pues, no sólo eran los predominantes en España para la época de los descubrimientos en América, sino que, además, habían sido éstos el producto de los cruces entre castas autóctonas con la raza berberisca, introducida previamente por los moros tras su proceso de dominación, y con la árabe, llevada por los mahometanos durante sus antiguas conquistas a lo largo de la costa del Mediterráneo.

Incluso, aclara el libro “El Caballo Colombiano. Cinco siglos de historia”, que entre dichos caballos “(…) no estaba el pura raza español, simplemente porque aun no existía como casta. Aquella sólo saldría muchos años después del descubrimiento” . Además, según este, “Inicialmente no pudieron llegar caballos de gran calidad. Los que trajeron los conquistadores debieron ser caballos comunes, seguramente producto de cruces de las varias castas existentes en los años finales del siglo XV en el sur de España y, más concretamente, en la región de Andalucía” . 

Al respecto, el hipólogo argentino Ángel Cabrera, no sólo afirma, que fue este “(…) un caballo jinete, o zenete, cuyo principal centro de producción fue lógicamente Andalucía, por haber sido allí más duradera la dominación musulmana” ; sino que, por demás, se trataba de “(…) un caballo que se caracterizaba por su magnifico brío, docilidad de temperamento, y resistencia inigualable para enfrentar las inclemencias del trópico y soportar toda clase de sufrimientos y deficiencias en el régimen alimenticio” .

Según este mismo autor, fue a Colombia donde ingresaron primero los caballos reproducidos en las Antillas, llegando con las expediciones de Alonso de Ojeda y Diego de Nicuesa, en 1509. Posteriormente, en 1525, con la expedición de Don Rodrigo de Bastidas para fundar la ciudad de Santa Marta; y en 1538, con la de Gonzalo Jiménez de Quesada, para fundar a Santa Fe de Bogotá, llegarían otros contingentes importantes de equinos. Aunque, este último también ingresó, según Ángel Cabrera, “(…) por Urabá, Darien, Choco y el Valle de Buriticá, con 582 caballos llevados por el oidor Don Juan de Vadillo” , los cuales, pasarían a conformar, con posterioridad, la importante colonia del occidente antioqueño. 

Pero, sin lugar a dudas, la característica de los primeros equinos llegados a América que más debe interesarnos, a fin de comprender la evolución de los andares autóctonos del caballo criollo colombiano, es aquella según la cual “sus movimientos se hacían ceñidos a la ambladura o andadura, que se caracteriza por el desplazamiento sucesivo y alternado de dos miembros laterales en cada batida y que producen un sonido de un solo golpe al asentar el bípedo lateral, para completar el paso en dos golpes” .

En ese orden de ideas, puede decirse, que fue la ambladura el origen o materia prima de nuestro caballo criollo colombiano, el mismo cuya evolución responde también a la acción del medio y al proceso de selección logrado por el hombre, pues, como bien lo afirmaba uno de sus mayores conocedores, Don Raúl Estrada Londoño, “El manejo y la alimentación esmerada permitieron descubrir que numerosos ejemplares inmigrantes rompían la ambladura de dos tiempos, cambiándola por un paso de cuatro tiempos” , lo cual supone el perfeccionamiento de sus movimientos originales, sin alterar, eso si, las características fenotípicas y temperamentales.

Fue así, como aquel andar, con el transcurrir del tiempo, recibió la denominación de “dos y dos” en la Costa Atlántica; “paso fino” en la sabana de Bogotá y valles complementarios; y en la región andina, el nombre de “paso castellano”, por presentar adicionalmente en esta región un aire secundario conocido como “troche”, el cual era ejecutado por el caballo de paso para descansar en los terrenos ondulados. De tal manera, que el altiplano cundiboyancense, el mismo que alojó un primer contingente de equinos de Don Rodrigo Jiménez de Quesada, se convirtió en el escenario ideal para el perfeccionamiento del paso fino, gracias a sus planicies; pero, a su vez, a la labor indiscutible de los criadores de la zona. Por su parte, departamentos como Antioquia, el Viejo Caldas, Tolima y Huila, con sus terrenos escarpados, facilitaron el surgimiento del andar diagonal de la trocha, el cual, gracias a los esfuerzos de selección del hombre, logró una amplia consolidación.

Ahora, para Raúl Estrada, quien maneja una novedosa tesis, “La posibilidad de que el ejemplar de “paso castellano” ejecutara a voluntad del jinete el paso fino o la trocha, tuvo su origen en el cruzamiento frecuente con el trote y galope traído por los conquistadores. El mestizaje así obtenido se debía a la presencia simultanea del fino y el trotón galopero para las actividades ganaderas y para trajinar los malos caminos de la época, a lo cual se sumaba la escasez de vías de comunicación para el intercambio reproductivo” . 

No obstante, es necesario aclarar, que la presencia de caballos trotones galoperos dentro de los equinos que arribaron con los conquistadores españoles, no pareciese ser idea exclusiva de este autor, pues FEDEQUINAS, ente rector del gremio del caballo criollo colombiano, a través de su publicación “El Caballo Colombiano. Cinco Siglos de Historia”, reconoce, al hablar sobre el origen racial de este, la existencia de unos “aires madres”, conformados por el llamado trote diagonal y trote lateral o ambladura que solían ejecutar los primeros caballos llegados a territorio colombiano; y unos “aires derivados”, entendidos como aquellos que se originaron tras la mezcla en distintas proporciones de los dos anteriores, esto es, el paso fino, la trocha, el trote y el galope. En términos puntuales, subraya la publicación: “Al irse formando las ciudades y pueblos y siendo el caballo el medio de transporte más importante se inicia una selección funcional. Algunos caballos, que aun conservaban su ancestro ibérico, fueron utilizados para el manejo de ganados; el trote diagonal les provee un mayor equilibrio, mayor facilidad para saltar pequeños obstáculos y al ir acompañado del galope lo hacia más útil en este tipo de faenas de campo. Otro tipo de caballos con la mezcla apropiada de trote diagonal con trote lateral o ambladura aportada por el berberisco fueron utilizados y seleccionados para el transporte entre pueblos, buscando ya un poco de comodidad, y de allí se forman la trocha y el paso fino” .

Esos caballos trotones de los que tanto habla Estrada Londoño en su obra, eran, bajo su lógica, y, al parecer, fundamentado en la del hipólogo Ángel Cabrera, de origen árabe-berberisco; en tanto, los caballos ambladores y de paso tenían un origen andaluz-berberisco. Señala aquel, que la razón para que la primera de estas variedades “(…) se seleccionara con mayor interés en Argentina, en Venezuela y en algunas regiones colombianas, se debió a la necesidad de obtener un tipo de ejemplar que con su desplazamiento diagonal lanzado ofreciera una mejor solución a sus necesidades conquistadoras iniciales y agropecuarias posteriores” .

Ahora, hacia el año de 1960, lograda ya la parte inicial del proceso de selección del caballo de paso fino, y tras el surgimiento de algunos de sus primeros representantes (como el caballo Resorte I), aparece en el panorama caballístico colombiano el famoso caballo Don Danilo, cuyo origen obedece al cruce de la Danesa, yegua media sangre, hija del caballo Lusitano, un portugués puro y representante del caballo español moderno, traído en 1946 a Colombia por la rejoneadora Conchita Cintrón; con el caballo Rey Cometa, “(…) nieto de Cometa, caballo antioqueño descendiente de las mejores líneas seleccionadas del suroeste, mantenidas dentro de la conservación cuidadosa de la sangre tradicional berberisca traída por los conquistadores” . 

Este hecho, a diferencia de lo acontecido en la época de la conquista, sí constituyó, sin lugar a dudas, una irrupción de la sangre del caballo pura raza española en nuestra caballada de origen berberisca; dando lugar a cambios trascendentales en ésta; toda vez, que se abrió paso a un proceso en el que, al cabo de dos o tres cruzamientos, se modificarían  los movimientos de algunos de nuestros caballos, mejorando los ritmos diagonales, esto es, el trote y el “troche”. Incluso, la importancia de Don Danilo en la historia del gremio equino nacional radica en que algunas características transmitidas por sus hijos más sobresalientes –el Arco, Veneno, Rebelde, Anarkos, Canario, etc.-, permitieron la estabilización, en un afortunado acontecimiento genético, de la trocha pura colombiana, como movimiento diagonal de cuatro tiempos, producido con fijeza, especialmente por la línea del Arco. 

Así las cosas, es posible concluir entonces, que antes de la década del 50 existía la trocha en la población equina colombiana, pero, en número inferior. Tanto la trocha de la primera mitad del siglo XX, como la de la segunda mitad del mismo, tienen origen en el cruzamiento continuado del ritmo diagonal con el paso fino colombiano. La diferencia entre ambas radica en que, el primer aporte diagonal lo hizo el caballo criollo de trote y galope, el cual llegó con algunos de los ejemplares traídos por la conquista, de origen árabe-berberisco; en tanto, en el proceso que se inició después de 1950, con la aparición del famoso Don Danilo, el aporte diagonal lo realizó el caballo Español Moderno.


Los andares autóctonos del Caballo Criollo Colombiano.

Bien, surtido el proceso histórico que acabamos de abordar, es preciso comprender las diferencias existentes entre los cuatro andares y cuatro modalidades que lograron consolidarse en el caballo colombiano, como producto del proceso de selección de nuestras gentes y de los aportes del medio geográfico. Hablamos de cuatro andares, para hacer referencia a la existencia del trote, el galope, la trocha y el paso fino; andares que, magistralmente lograron entremezclarse, para dar lugar a cuatro posibles modalidades reconocidas en el seno del ente rector de nuestro caballo –FEDEQUINAS- y en los juzgamientos avalados por el mismo, a saber, el trote y galope reunido colombiano, la trocha pura colombiana, la trocha y galope y el paso fino colombiano.

De igual manera, cabe precisar, para quienes a penas se inician en el conocimiento de nuestro caballo, que un ejemplar criollo colombiano, como regla general, sólo ejecuta una de las cuatro modalidades existentes; salvo algunas ocasiones, en las que ejemplares con alguna destreza logran ejecutar el trote, la trocha y el galope, por ejemplo. 

Mas, tratándose de los exponentes del paso fino colombiano, estos suelen marcar únicamente dicho aire; exceptuando algunos representantes, que por instantes descansan su andar original en la trocha, sin convertirse, por ello, en ejemplares trochadores puros. No obstante, también, es posible encontrar el caso de ejemplares cuya ascendencia es totalmente de paso fino, y a pesar de ello, nunca logran afinarse, esto es, se quedan trochando para toda la vida. 

Esto último, nos lleva a puntualizar el carácter natural, no artificial, de los andares autóctonos del caballo criollo colombiano, lo cual supone, que “(…) estos no requieren de intervención humana o de una enseñanza para su ejecución” ; esto es, los potros nacen trotones, trochadores, finos o galoperos. “Sólo en algunos casos donde no existe mucha pureza racial estos potros nacen poco definidos en su manera de andar; como es el caso de los troti-trochados, pasi-trochados o andoneados, que sí requieren de la intervención de un buen montador para “calibrarlos” en el andar que se desea” .

 

  1. El caballo trotón galopero. Se denomina trotón galopero al ejemplar criollo que ejecuta los ritmos de trote reunido y galope reunido, bajo el cumplimiento de las siguientes características puntuales:

    •   El Trote es un desplazamiento realizado por bípedos diagonales (el caballo levanta la mano de un lado y la pata del lado opuesto al mismo tiempo) y en dos tiempos. Su sonido característico es tas… tas… tas… tas…; y su cadencia o velocidad para ejecutar el ritmo es lenta. 
    •   Una característica fundamental del desplazamiento al trote y al galope es la ausencia total de suspensión en todos los tiempos de sus ritmos. Esto quiere decir que, en todo momento, y para ambos andares, el ejemplar tiene por lo menos una de sus extremidades en apoyo al piso. De acuerdo con Raúl Estrada Londoño, “Esta característica le garantiza mejor suavidad a nuestro trote y galope porque, después de cada uno de los tiempos el ejemplar, como resultado de conservar en apoyo alguna de sus extremidades, elimina los efectos de la caída libre, con enorme beneficio para la suavidad” .
    •   Por su parte, el galope es un andar de secuencia diagonal, característico de tres tiempos, esto es, “(…) el ejemplar ejecuta un primer tiempo con una de su patas, un segundo tiempo con el bípedo formado por la otra pata y su mano diagonal, y un tercer tiempo con la mano diagonal a la pata con la cual se inicio el ciclo” . El sonido característico del galope criollo es ca…tor…ce…ca…tor…ce…ca…tor…ce…ca…tor…ce…., su velocidad o cadencia típica es lenta, y se trata de una marcha de carácter lanzado.
    •   La elevación de las patas y manos en la marcación del trote criollo es alta, con gran elasticidad y energía en el movimiento de estos.
    •   Fenotípicamente, los ejemplares representantes de esta modalidad son los de mayor alzada o tamaño, respecto a las demás modalidades del caballo criollo colombiano. Generalmente, esta oscila entre los 1.38 mts. y 1.48 mts. 

    b.   El caballo trochador puro. Son características típicas de los ejemplares que ejecutan exclusivamente la trocha colombiana:

    •   La trocha es un andar de cuatro tiempos, en el que los ejemplares se desplazan por bípedos diagonales, es decir, los equinos trasladan de manera sucesiva y alternada sus dos bípedos diagonales (pata y mano contrarias), produciendo dos tiempos con cada bípedo, y realizando el ciclo completo en cuatro tiempos. No obstante, es necesario aclarar, que “La identificación sonora de la trocha se hace por bípedos, sin que en su sonido se aprecien los cuatro tiempos. Esto significa que para confirmarlos, contrario a como sucede en el paso, es indispensable recurrir a alguno de los sistemas modernos de cámara lenta” .
    •   El sonido característico de la trocha es tras… tras… tras… tras… tras… tras… tras…, y su cadencia, para el caso de ejemplares que únicamente ejecutan la trocha, suele ser bastante rápida. Por su parte, la elevación de las patas y manos es media, con gran elasticidad en el tren posterior y en los brazos, así como gran potencia en la pisada. 


    •   Los representantes de este andar suelen tener, en términos fenotípicos, una alzada un poco menor que la de los equinos trotones galoperos y trochadores galoperos.
    •   Se dice que la trocha es una marcha de tipo lanzado, esto es, para ejecutarla, el ejemplar lanza sucesiva y alternadamente cada uno de sus dos bípedos diagonales.

    c.   El caballo trochador galopero. Se denominan ejemplares trochadores galoperos a aquellos equinos que combinan la marcación de la trocha con un galope criollo reunido, bajo el cumplimiento de los siguientes parámetros:

    •   La trocha, en el caso de los ejemplares trochadores galoperos, guarda las mismas características enunciadas para los equinos trochadores puros; pero, a diferencia de estos, la cadencia en la marcación de la trocha que va acompañada con el galope suele ser mediana, para poder facilitar la desprendida a galopar. De igual modo, la trocha de los equinos trochadores galoperos suele tener una elevación en patas y manos de término media-alta.
    •   En el caso del galope, conserva las mismas características enunciadas para este en el literal del caballo trotón galopero.
    •   A nivel fenotípico, los representantes de esta modalidad suelen cumplir con una alzada muy similar a la de los ejemplares trotones galoperos, siendo, quizás, la de mayor tamaño, en relación con la de los equinos trochadores puros y de paso fino colombiano.

    d.   El caballo de paso fino colombiano. Se le llama caballo de paso fino colombiano al ejemplar criollo colombiano cuyo desplazamiento cumple las siguientes características:

    •   El paso fino es el andar que ejecutan algunos ejemplares, desplazando de manera sucesiva y alternada sus dos bípedos laterales, produciendo dos tiempos con cada bípedo, para realizar un paso completo en cuatro tiempos. Así las cosas, es un aire de marcación lateral (se levanta pata y mano del mismo lado simultáneamente) y de cuatro tiempos.
    •   Su sonido característico es ta… ca… ta… ca… ta… ca… ta… ca… ta… 
    •   La velocidad con la cual el ejemplar de paso fino suele ejecutar el ritmo es muy rápida. Por su parte, la elevación de las patas y manos durante la marcación de este es baja o muy baja, sin que ello suponga, en ningún momento, la desaparición de la elasticidad, especialmente, en el tren posterior. 
    •   El paso fino es considerado como una marcha de tipo desplazado, lo cual supone que, para ejecutarlo, el ejemplar desplaza sucesiva y alternadamente sus dos bípedos laterales.
    •   Esta modalidad exige, además, y de manera ideal, una extrema quietud de las ancas del caballo, esto es, que cuando este se encuentre ejecutando el andar, sus ancas no se muevan de lado a lado, o de arriba hacia abajo, o viceversa.
    •   Fenotípicamente, el caballo de paso fino colombiano suele ser el de menor alzada, oscilando esta entre los 1.36 mts. y 1.42 mts., en el caso de ejemplares adultos. 
    •   Otra exigencia para los ejemplares que representan esta modalidad, es que, idealmente, cuenten con una pureza racial que garantice el desplazamiento por bípedos laterales, materializada ésta, en tres o más generaciones paternas y maternas de paso fino. 



    Algunos ejemplares representativos de la Historia del Caballo Criollo Colombiano.

    A continuación, trataré de abarcar la gran mayoría de los ejemplares que, de una u otra forma, han marcado la historia o evolución del caballo de silla colombiano. De repente, será posible que se escape alguno que otro nombre, toda vez, que nombrar a todos y cada uno de los ejemplares que se encuentran presentes en los árboles genealógicos de los representantes actuales de nuestros andares, desbordaría los límites de este breve texto. En ese sentido, tratare de ser lo más exacta y puntual posible.

    •   EL PRIMER RESORTE (RESORTE I). Si bien es posible aludir a una serie de ejemplares antecesores, en la historia del caballo criollo colombiano, a este importante ejemplar, tales como Chaquiro Viejo, el Rusito de Caldas, El Mico, Arenillo y El Crespo, yo pensaría, que la evolución concreta de nuestros equinos se empezó a tejer a partir del surgimiento de éste, producto de una importante cepa de caballos antioqueños –como algunos de los mencionados anteriormente- surgidos a principios del siglo pasado. Y es que, es de Resorte I que parten varias, sino todas, las líneas actuales del paso fino colombiano; siendo este, por demás, el primero de una dinastía reconocida de campeones: la dinastía de los “resortes”. 
    Resorte fue criado por Don Lázaro Saldarriaga, aproximadamente en el año de 1918, en su criadero, ubicado, en ese entonces, en lo que hoy comprende en la ciudad de Medellín, el selecto Barrio El Poblado. Éste era hijo de Júpiter y de la Negra, de color zaino; Júpiter, su padre, a su vez, era hijo del ya citado Crespo.
    Se dice, que este primer Resorte, “no era muy grande, pero sí largo, de un fino trochado, como los caballos de esa época, de mal genio y gran brío. Se crecía ensillado” .
    Cuenta la historia, que en 1923, Don Abelardo y Don Tulio Ochoa (abuelo y padre, respectivamente, del reconocido criador Fabio Ochoa Restrepo), con motivo de algunas buenas crías que ya se le conocían a Resorte, como Otelo y la Mesita, deciden adquirirlo y llevarlo para su hacienda La Margarita, ubicada en el municipio antioqueño de Salgar. Fue así, como en manos de estos antiguos conocedores de nuestro caballo colombiano, Resorte I logró producir hijos de la talla de Cometa, Monarca, Carey, Jazmín, La Gasolina, Favorita, Piel roja, La Róchela, La Pólvora, entre otros.
    A la edad aproximada de 30 años, Don Tulio accede a vender a Resorte a un señor oriundo de Palmira, Valle, en manos de quien finalmente muere, como producto de un cólico.

    •   COMETA. Este ejemplar de color isabelo, hijo de Resorte I en la yegua Gaviota, criado por Don Abelardo Ochoa, en el año de 1928, es otro de los precursores de los grandes campeones del caballo colombiano, en tanto, su nombre figura en la ascendencia de muchos de los actuales y pasados campeones de las pistas nacionales e internacionales.
    “Cuenta el Dr. Enrique Ángel que, de potro, fue desgarbado y feo, que llegó a tener muchos dueños y muchos precios (…)” ; hasta que se puso tan bello, que Don Tulio Ochoa se vio obligado a recomprarlo, para llevarlo nuevamente a su hacienda La Margarita, donde se convertiría en la estrella del criadero.
    Y, efectivamente, Cometa dejó una importante descendencia, entre cuyos hijos más destacados se encuentran: Petronio; Canario de Los Andes; La Velkis; Profeta (considerado, tal vez, su mejor hijo; padre de Pegaso, caballo criado por Don Alberto Uribe Sierra. Este último, a su vez, progenitor del famoso Triunfo); Cabinera (madre de Desvelo, Castalia y Divina); la reconocida Profetiza de Don Milo Sarria; la Castalia I y Rey Cometa, el padre de Desvelo y del famosísimo Don Danilo. 

    •   DON DANILO. Importante caballo antioqueño, de color isabelo -como su padre-, que, como bien se ha dicho, a través de su progenie, se encargaría de fijar los andares diagonales de los equinos criollos colombianos. Hijo de Rey Cometa en la yegua La Danesa (su nombre original fue Zulima, el nombre de Danesa le fue dado muchos años después de haber criado a Don Danilo), yegua media sangre, hija del caballo Lusitano (ejemplar de la raza portuguesa, empleado para el arte del rejoneo), en la yegua criolla La Café. 
    Don Danilo nació el 20 de febrero de 1957, en la finca La San Pedro, ubicada en el corregimiento Farallones, municipio de Ciudad Bolívar, Antioquia. Fue su criador el señor Luís Ángel Vélez, y su arrendador, el señor Gonzalo Calad, quien años después, lo adquirió en compañía de Diego Restrepo.
    Sus primeras presentaciones en las pistas las realizó bajo la modalidad del trote y el galope, obteniendo el galardón de gran campeón reservado de ésta en la Exposición Equina de Medellín, celebrada en agosto de 1962. Un año después, el caballo iniciaría sus participaciones en la trocha y el galope; incluso, llegando a obtener el título de fuera de concurso en este andar, en el año de 1965.
    No obstante, algunos se atreven a asegurar, que este ejemplar ejecutaba los cuatro andares autóctonos del caballo criollo colombiano; verbo y gracia, se dice que en la Exposición de Armenia del año 73, el famoso chalán Mirtiliano Lozano lo compitió como ejemplar de paso fino colombiano.
    Después de haber pasado por las manos de múltiples compradores y de haber sido objeto de la monta de diversos chalanes; Don Danilo murió, siendo de propiedad de Don Luís A. Duque Peña, el viernes 30 de julio de 1976, en su hacienda Valencia, en Girardot, Cundinamarca, lugar en el cual permanece embalsamado.  Su último montador fue el señor Jaime Ochoa Palacio, quien precedió a Adolfo Gómez, montador que alcanzó junto al caballo el mayor número de grandes campeonatos. 

 

LOS HIJOS MÁS IMPORTANTES DE DON DANILO Y SU DESCENDENCIA.

o   EL ARCO. Extraordinario reproductor, considerado, indiscutiblemente, como el padre de la trocha colombiana. Criado por Don José Jaramillo Vallejo, en Armenia, un 7 de agosto de 1965, como producto del cruce entre el mítico Don Danilo y la yegua de paso fino, La Flecha; esta hija del caballo Delirio y La Gacela. Obtuvo su título de Fuera de Concurso en el año de 1970, durante la Exposición Equina de Medellín, en la cual fue adquirido por los señores Alberto Posada y Joaquín Urrea, para el Criadero Pahuana; lugar donde viviría hasta la hora de su partida terrenal, el 4 de julio de 1995, a tan sólo 33 días de alcanzar sus 30 años de vida. 
El Arco no sólo es el padre de un cuantioso número de grandes campeones y fueras de concurso, representantes de los diversos andares (incluso, es padre de Pincel de Pahuana y Rocinante, ejemplares de paso fino colombiano); sino que, también, es padre de muchos de los más valiosos jefes de raza de los andares diagonales de nuestro país.
Algunos de sus hijos 14 hijos que obtuvieron el título de fuera de concurso y cuyos nombres ameritan ser reseñados, son:

Ø   Cambalache (trote y galope)
Ø   Caribesa (trocha). 
Ø   Mesalina (trocha)
Ø   Emperador Cacique Calarcá (trocha). Padre de reproductores como Rey de la Zafra, Cacique de Caramanta F.C., y de la yegua, varias veces campeona, Torre Blanca. Es virtud preponderante de los hijos y descendientes de este importante reproductor, el brío y la gran voluntad para trabajar (lo cual se conoce en el argot del gremio equino nacional, como caballos “echados pa` delante).
Ø   Cascabel de las Guacas (trote y galope). Padre del importante reproductor Fantástico de las Guacas, quien es el padre, a su vez,  de la contemporánea yegua, campeona mundial de trote y galope del año 2009, Magnífica de las Guacas.
Ø   Arquera II (paso fino colombiano).
Ø   Cacique de Montenegro (trocha).
Ø   Tostao (trocha). Padre de la Trilladora de Los Naranjos, quien es, por su parte, la madre del reproductor Duque de Los Naranjos (progenitor de los trotones galoperos Pibe y Poker de los Naranjos).
Ø   Soberano (trocha). Desciende de este el famoso caballo Serpentino, quien es el padre de la varias veces campeona trotona galopera, La Protagonista, y de la campeona trochadora, Alcurnia de La Luisa. Soberano fue, además, el padre de un importante lote de yeguas de cría del reconocido criadero La Luisa, así como de la importante yegua reproductora, Matrona, de propiedad del Criadero La Alhambra, y madre, entre muchos, del trochador galopero Payaso de la Alhambra.
Ø   Salome de la Bonita (trocha). Ejemplar del año hembra durante varios períodos consecutivos. Madre del reproductor Garibaldi de Villa María, merecedor de algunos campeonatos en el andar de la trocha pura colombiano.

También, es preciso citar otros de los descendientes del Arco, que, si bien no recibieron el título de Fuera de Concurso, han obtenido un reconocimiento destacado en la historia de nuestro caballo, por ser los padres de algunos cotizados ejemplares de las pistas nacionales e internacionales. Tal es el caso de:

Ø   Cassio (trocha). Este heredero del Arco, junto con la memorable yegua Electra, produjo, nada más y nada menos, que al fuera de concurso y jefe de raza trochador, Electrón de los Naranjos; el cual es padre de ejemplares como:

-   Linda Rosa de Los Naranjos. Trotona galopera, con más de ocho grandes campeonatos en su haber y madre del fuera de concurso trochador galopero y destacado reproductor, Destello de los Naranjos.
-   Barú. Fuera de concurso de la trocha y el galope, padre de las recordadas trotonas Machete de Limoneros –Campeona Mundial CONFEPASO 2003- y Caprichosa de Gualanday; así como del tantas veces campeón de la trocha, Príncipe del Corcel.
-   Maracanazo. Padre de los fuera de concurso Maravilla de las Mercedes, en trocha, Navidad, en trote y galope, y Príncipe de Maracaná, en trocha y galope; de ejemplares de la calidad de la Tequilera, Clarita del Juncal, Inquieto de las Guacas, Misterio del Cortijo, Tronador de Galicia, Caruso de San Luís, Santillana de Palestina, etc.
-   Consentida de la Floresta. Conocida por ser progenitora de la Duquesa de San Carlos, ejemplar del año 2000.
-   Pechichona de la Bonita. Es esta la madre de la fuera de concurso Salome de la Bonita.
-   Electrosa de los Naranjos. Reconocida por ser su hijo, el caballo Pintor de Los Naranjos.
-   Emperadora de los Naranjos. Esta yegua de exquisito pulimento y brío, quizás, extremo para la época de sus presentaciones en las pistas, es la madre del varias veces campeón trochador e importante reproductor, Talibán de San Pablo.
-   Comanche. Recordado por su buen tren posterior, es este el padre del campeón nacional de trote y galope del año 2006, Dandy de Invesiones Macib; de la yegua Papayera de San Sebastián; de Famoso de Santa Isabel y Cacique de Villa María, ambos con varios grandes campeonatos en su historia. 
-   La Danza. “Fue un ejemplar que cumplió con el número de grandes campeonatos en exposiciones grado A, tanto en el andar de la trocha pura colombiana -11-, como en la trocha y el galope -19-. Por lo que la consideramos un ejemplar excepcional” .

Ø   Escándalo. Desciende de este, la fuera de concurso trotona galopera Rosalinda de Los Naranjos y la valiosa reproductora Coqueta de La Luisa, quien es la madre de la fuera de concurso trochadora galopera, Estrella de Oriente de La Luisa, del fuera de concurso trotón galopero, Preámbulo de La Luisa, así como de la progenitora del también fuera de concurso trotón galopero, Soberbio de La Luisa. Escándalo es, además, abuelo de la fuera de concurso, Etiqueta de los Álamos, y de la campeona nacional de la trocha de los años 1995, 1996 y 1997, Presumida de la Querencia.
Ø   Renegado. Son sus hijos: el fuera de concurso trotón galopero, Altanero de La Luisa (abuelo paterno de la actual sensación de la trocha colombiana, Prodigio de María Rosa); la tantas veces campeona trochadora, Sensación de La Luisa (madre del reproductor Sensacional de La Luisa); la excepcional reproductora Soñadora de La Luisa (quien produjo a Soberbio de la Luisa F.C. y a Constante de La Luisa); así como el fuera de concurso de la trocha colombiana, Cosaco de La Luisa.
Ø   Pregón de Pahuana. La condición genética de este memorable ejemplar, se verifica, al ser sus hijas e hijos excelsas(os) reproductoras(es). Tal es el caso del fuera de concurso y jefe de raza trochador puro, Timonel de Santa Mónica; del apreciado reproductor Lucero de Pahuana (padre de Diamante de la Luisa, Corona de La Luisa, y del fuera de concurso trotón galopero, Preámbulo de la Luisa); de Conde del Viento (de quien salió la F.C. Condesa de Piedras Negras); Adiós a las Armas de Villa Milena; Bolero de Rabel (importante reproductor, hijo de Pregón, en la gran Isis del Rayado, y padre, por cierto, de Armero del Danubio).
Ø   Dictador de Entre Ríos. Su hijo fuera de concurso es el  bayo Dic Par II de la Península; pero, también, provienen de él, la extraordinaria yegua trochadora, Estampa de la Marqueza; el trotón moro, Rinconero de San Diego, y la tantas veces campeona de la trocha, María Juana.
Ø   Jubiloso. Transmitió este a sus hijos su gran virtud como reproductor, verbo y gracia, a Peregrino de la Pincelada, a Don Mario de La Marqueza, y a las valiosas yeguas: Presumida de la Querencia, Estrella de Oriente de la Luisa F.C., Colegiala de la Luisa, Silueta y Musa del Triunfo.
Ø   Juguetón. Es, nada más y nada menos, que el padre del fenómeno del pulimento y la rapidez en la trocha colombiana, la gran Carrilera de la Cascadita, campeona mundial en el año 2003. Sin embargo, los fuera de concurso trochadores, Conquistador de la Palomera y Edecán de Saloma; así como la reconocida yegua Juguetona, quien fuese la madre del desaparecido y recordado Tango de la Perla, merecen, también, permanecer en la memoria del gremio.
Ø   Sagitario. Destáquese de este, su heredera, la Samaritana II; quien es la madre de la mítica representante de la trocha, La Bamba; de Hechicero II de Villa Elvira, Samaritano de Villa Elvira y Astrea de Villa Elvira.
Ø   Fedayín de Pahuana. Traviata, la hija más representativa de este reproductor, es recordada por sus múltiples títulos de gran campeona en el andar de la trocha. 

o   VENENO. Hijo de Don Danilo y de la yegua fina La Novia (hija de Caribe), produjo a: Barquero, F.C. en trote y galope en 1988; Ruiseñor de Chihuahua, F.C. en trocha colombiana en 1994; Cacique de Pipintá, Marinero y, el trotón galopero, Galante del 8.

o   REBELDE. “Este famoso castaño, trochador, hijo de Don Danilo en una yegua descendiente del Carey Viejo, hijo de Resorte I, y criado por ese entusiasta caballista Raúl Mora Abad; nació más o menos en 1964 y murió en 1973, era de un fenotipo extraordinario por donde uno lo mirara, dio maravillas de crías, todas hermosas como él, verbigracia: Rebeldía, Gaviota, Cónsul II, Juguetona, Incógnita, y tantas otras; casi toda su vida fue del Doctor Pedro Nel Jiménez y en sus manos murió muy joven. (…) Rebelde fue de la época del Arco, sus hijos no eran tan patudos pero más hermosos” . También, fue el padre del importante reproductor trochador galopero, Majestuoso; y merece ser recordado, especialmente, el siguiente de sus hijos, ya nombrado:

Ø   Cónsul II. Criado por Don Juan Luís Uribe Echevarria, como producto del cruce entre Rebelde y la yegua La Aguapanela. Declarado fuera de concurso en la modalidad del trote y el galope en el año de 1982, fue el padre de otros seis fuera de concurso; a saber, Don Quijote (trote y galope), Conde de Barroblanco (trote y galope, abuelo materno del F.C. trochador, Timonel de Santa Mónica), Pecadora (Trote y Galope), Thesalia Paz y Salvo (trocha y galope), Thesalia Sal y Pimienta (trocha y galope) y Monarca, quizá, su hijo más importante.

-   Monarca. Destacado reproductor de la trocha y el galope, declarado fuera de concurso en 1985. Hijo de Cónsul II en la yegua Cantinera, una hija del famoso Arco. Nació en 1980, y fue criado por el médico Juan Gonzalo Aristizábal. Este, a su  vez, ha sido el padre de ocho fuera de concurso: Gardel (trote y galope), Sobregiro (trote y galope), Pistón (trote y galope), Gala del 8 (trote y galope), Príncipe Heredero (trocha y galope), Mi Delirio de Villa Cristina (trocha y galope), Princesa del Pantano (trocha) y Caleña (trocha).

 

•   NAPOLEÓN. Si pudiésemos seleccionar a los caballos más prototípicos del trote y galope criollo colombiano, seguramente, Napoleón podría encabezar el listado. No en vano, fue declarado fuera de concurso en dicha modalidad en el año de 1977; ocho años después de su nacimiento, como producto del cruce entre el caballo Danés (hijo de la Danesa y de Vinol, y, por ende, hermano materno de Don Danilo) y la yegua Divina, una de las mejores yeguas de paso fino de la época. Fue Don Fabio Ochoa Restrepo su flamante criador, y entre su descendencia cabe destacar a: Corso -F.C. en trote y galope-; Dinastía -F.C. en trote y galope-; Atila –F.C. en trote y galope-; J.R.; Bonaparte de la Palma, Napoleoncito; Príncipe de R.A.; Vanidosa; Gabino; La Napolitana; Reina de la Ponderosa y Pilatos. 

•   TUPAC AMARÚ. Bien hace en tildarlo Don Fabio Ochoa Restrepo, en su libro, publicado en el año de 1988, como “el fenómeno trochador del siglo”. Tupac fue criado en Palmira, Valle, por el señor Bernardo Espinosa, un 5 de junio de 1978, luego de que su madre, la yegua de paso fino Chula II, y su padre, Medellín (un nieto de Don Danilo) dieran a luz a este imponente trochador. “(…) de allí salio aquel monstruo fenomenal del troche pulido y fenotipo sin igual” . Luego de recorrer victoriosamente un cuantioso número de exposiciones equinas en el país, fue declarado fuera de concurso en 1985. Pero, si algo amerita llevar en el recuerdo a este sublime reproductor, fue su inigualable capacidad para realizar la prueba del ocho trochando hacia atrás, con rapidez y armonía. De su progenie vale nombrar:

o   TAYRONA DEL PASO. Hijo de Tupac Amarú, en otro ejemplar de superlativas condiciones, como lo era la yegua Consigna. Considerado como el reproductor contemporáneo de los andares criollos diagonales, nació en el Criadero El Paso, el 13 de diciembre de 1983. Actualmente, pasta en el Criadero Gran Dinastía, en el Municipio de Funza, Cundinamarca, donde presta aun sus valiosos servicios de reproductor. Es el padre de los fuera de Concurso Cónsul de Gran Dinastía y Sucesor del Paso, en el andar de la trocha; Estrella de Tayrona y Bucéfalo de Vuelta Grande, en la trocha y el galope; y Colegiala de Monterrey, en el trote y el galope; así como de otros excelsos campeones como: Talibán de San Pablo, Tatiana de Gran Dinastía, Renzo de Villa Janeth, Elegido de la Ponderosa, Midas, Sucesora de Tayrona, entre muchísimos otros.

o   TUPAC JUNIOR. Declarado fuera de concurso en trocha en 1989, es el fruto de Tupac Amarú y la yegua fuera de concurso en trocha y galope, Rosarito (una hija de Don Danilo). Murió en manos del criadero La Luisa, donde dejó una selecta descendencia, conformada, entre otros, por: el vigente reproductor, Sensacional de la Luisa; el nuevo reproductor de moda, Discípulo de la Luisa; Patente de la Luisa; Ritmo de la Luisa; Tulipán de la Palmita; Constante de La Luisa…

•   RESORTE III. Sin duda, uno de los caballos que más influencia ha tenido sobre la modalidad del paso fino. Fue criado en el Departamento del Valle del Cauca, en 1959, por el señor Rubén Bryon, quien había adquirido, años atrás, al padre de este, un caballo que él mismo bautizó con el nombre de Kerensky y cuya genealogía no se conoce a ciencia cierta. Por su parte, La Guala, una hija de Plumaje y Celosa, y esta hija de Gaucho, fue la yegua escogida por el señor Bryon para dar a luz a Resorte III. Desde muy potro, Resorte III exhibió sus extraordinarias condiciones; y, una vez conocida la existencia de éste, Don Fabio Ochoa, proyectando desde entonces la prestigiosa dinastía de los “Resortes”, decidió adquirirlo y  bautizarlo como Resorte III. 
Luego, el caballo pasaría por diversas manos, entre ellas, las del famoso criador puertorriqueño Raffi Rivera, quien, en 1970, decide llevarlo, en un intento frustrado, a los Estados Unidos, país que deniega su ingreso por poseer piroplasmosis. No obstante, República Dominicana termina por acogerlo a lo largo de 5 años, terminados los cuales, se autoriza el acceso del caballo a territorio norteamericano, en donde presta sus servicios por algún tiempo. Finalmente, Resorte III retorna a Colombia, al Criadero La Loma, del mismísimo Fabio Ochoa Restrepo, lugar donde se encargaría de dejar una valiosa progenie, conformada, entre otros, por Impacto, Evangelio, Isleño, El Siglo, Delirio, y sus dos más famosos descendientes, analizados a continuación:

o   RESCATE. Este valioso reproductor, quien merece capitulo aparte, fue criado en Venezuela por Don Guillermo Santaella Blank, cercano amigo del fallecido caballista Fabio Ochoa Restrepo, quien sería el encargado de venderle a aquel la yegua Tempestad II, una hija de Cerezo, preñada, nada más y nada menos, que del famoso Resorte III. Después de tan admirable adquisición, Rescate nace el 17 de junio de 1987, en Caracas y, años más tarde, para efectos de ser arrendado y registrado, ingresa a Colombia, al Criadero La Loma. Después de pasar por las manos de varios criaderos colombianos, presta sus servicios de reproductor para el reconocido Criadero La Luisa, a lo largo de tres años. Posteriormente, es objeto de una nueva venta, para el Criadero El Deleite, de Don Jaime Orlando Berján, ubicado en Caracas, Venezuela; lugar donde el caballo, finalmente, partiría a la edad de diecinueve años, exactamente, un 25 de enero del año 2000.
Tanto Venezuela, como Colombia, deben a Rescate un importante número de hijos con virtudes sobresalientes. En el primer país, ejemplares tan notables, como Centauro, La Soraya, Piropo y Galán de la Puerta, encabezan su descendencia; entre tanto, en Colombia, su estirpe está encabezada por: Fragancia del 8; Finura del 8 (madre del campeón mundial de paso fino, Hussein; de Rey de Terremoto y Artesano de Potrerillo); Araminta; Amapola; Cortesía de la Vitrina (progenitora del fuera de concurso de paso fino y sublime reproductor, Cortesano de la Vitrina; así como del también reproductor, Cortés de la Vitrina); de Privilegio de la Vitrina, y del gran Terremoto de Manizales.

Ø   Terremoto de Manizales. Si algún ejemplar hubiese merecido ofrecer sus dotes de reproductor por muchísimos años más de los que la vida le conferiría, ese ha debido ser, sin duda alguna, Terremoto. Criado por el locutor deportivo, Javier Giraldo Neira, en su Criadero La Palmera, ubicado geográficamente cerca de la ciudad de Manizales, el 30 de marzo de 1986. Este hijo de Rescate y la yegua María Luisa (una hija de Resorte III), lograría en las exposiciones equinas nacionales una carrera fulgurante y exitosa a más no poder. No en vano, logró imponerse sobre exponentes del paso fino colombiano de la talla de Capuchino, Atrevido del 8 y Cancionero. 
Tras haber sido imperdonablemente castrado, como producto de las absurdas venganzas que suelen fraguarse entre hombres, terminó su gloriosa carrera en las pistas y, de paso, en el ámbito de la reproducción, dejando consigo 171 crías registradas.
En la actualidad, Terremoto descansa en las instalaciones del Criadero La Leyenda, en Rozo, Valle del Cauca; en donde, tras fructíferos esfuerzos, han logrado adquirir un clon completo del caballo, cuyo nacimiento se produjo hasta hace unos meses en Estados Unidos. 
Dentro de los hijos de Terremoto, cabe destacar, entre tantos otros, a:

-   Terremoto II. Declarado fuera de concurso en República Dominicana.
-   Vitral. Campeón Mundial de paso fino en 1999.
-   Hussein. Primer puesto en la categoría de caballos mayores del paso fino, de la Mundial CONFEPASO 1999.
-   Recompensa de Potrerillo. Fuera de Concurso en Colombia, y exportada a los Estados Unidos. Hermana materna del importante reproductor, exportado, a su vez, al país del norte, Marcapasos (padre de la gran yegua Doña Petra).
-   Lechona del V8. Fuera de Concurso en Colombia, y de propiedad del Criadero Los Girasoles. Madre de los reproductores Danubio Azul y Bohemio del Libano VO.
-   Tormenta del Desierto. Madre del triple campeón mundial de paso fino, Tormento de la Virginia F.C.; así como de su hermano completo, Millenium de la Luisa.
-   Rey de Terremoto.
-   Contienda del Escarabajo.
-   Coqueta del Escarabajo.
-   Artesano de Potrerillo.

o   RESORTE IV. Este alazán, criado en Antioquia por el señor Rafael Villa Restrepo, en la Hacienda El Rayo, aproximadamente hacia los años setentas, definitivamente, puede ser considerado el responsable de dar inicio, a través de su herencia, a la época dorada del paso fino colombiano. Hijo de Resorte III en la Cascanueces, yegua que descendía de Cometa; desde potro, el cuarto de los Resortes, y aun bajo el nombre de Profeta –nombre que originalmente le puso su criador-, anunciaría lo que llegaría a ser. Poco tiempo después, a sus diecisiete meses, arribaría Don Fabio Ochoa Restrepo a la vida de este excelso reproductor, adquiriéndolo y bautizándolo con el inmortal nombre de Resorte IV. Hacia 1987, como producto de un cólico, originado por leche contagiada de salmonelas, y encontrándose en la Exposición Equina de Pereira, el caballo falleció
No obstante, su descendencia, encabezada por nueve hijos fuera de concurso, permitiría seguir cosechando los triunfos de este equino, protagonista de la historia del caballo de paso colombiano. Caperucita, Comendador de Santa Ana, Amadeus, Carmín, India Catalina, J.R. Símbolo, Francisco El Hombre, Resorte de San Juan y Piloto, serían los hijos encargados de repetir el título supremo de su padre. También, se quedan en la memoria, por sus imborrables aportes a la genética y a la historia de nuestro caballo: Capuchino, La Rosa, Nevado, Ramses, Retorno, Gran Maitamá, Castellano, La Bahía, Cupido, Katiuskito, La Carmiña, Romancero, La Profetiza, La Clásica y Cosmos.

Ø   Amadeus. Bautizado originalmente con el nombre de Maitamá XIV, este hijo de Resorte IV y la María Centeno, una hija de Mañanero, fue criado por Don Jairo Agúdelo Botero, su esposa, Angélica Vélez de Agúdelo y el señor Hernán Cárdenas, en el criadero La Primavera, un 8 de agosto de 1983. Tras liquidar la sociedad, Amadeus pasó a manos de Cárdenas, quien lo vendería, a la edad de tres años, al caballista Fabio Ochoa Restrepo. 
Amadeus, es, quizá, el caballo de paso fino que más títulos ha logrado adquirir: declarado fuera de concurso en la modalidad, en el año de 1990; campeón de campeones, jefe de raza y mejor caballo del año durante cinco años consecutivos. Ello, sin nombrar los meritos que, como reproductor, trazó. 
En 1991, este negro, hermoso en su conformación y fino en sus movimientos, pasa a ser propiedad del Criadero Agualinda, de la señora Angelita “tita” Ochoa, de manos de quien recorre, por varias temporadas, algunos de los países federados a CONFEPASO, bajo el fin de incrementar su descendencia.
A la edad de 23 años, este memorable exponente del andar lateral, parte para siempre, dejando un enorme vacío en el corazón de su querida “tita”, del Doctor Gabriel Jaime Vélez, su veterinario de cabecera, y del todo el gremio equino nacional.
Su varias veces ratificado título de jefe de raza no fue en vano, pues, deja dentro de su prole, exponentes del paso fino de la calidad de:

-   Patrimonio del 8. Reproductor insignia del Criadero La Luisa, declarado varias veces mejor reproductor del año. Se destacan dentro de sus hijos: el triple campeón mundial y fuera de concurso, Tormento de la Virginia; el campeón mundial del año 2001 y, también, fuera de concurso, Insólito de La Luisa; Tártaro del Encuentro, apreciado reproductor y fuera de concurso; la campeona mundial reservada en 2002, Encuesta de la Luisa; Millenium de la Luisa, padre del actual campeón nacional de paso fino, Cerezo de Santilla; Reserva de la Luisa; Antojo de La Luisa; Sutileza de la Luisa, etc.
-   Atrevido del 8. Uno de los más pulidos y perfectos exponentes del andar lateral colombiano, cuyo hermoso fenotipo y exacta marcación de la modalidad le valieron el título de Fuera de Concurso. Su hija Divertida del 8, es fiel heredera de las virtudes de este fallecido reproductor.
-   Atrevida de las Palmas. Fuera de Concurso y Campeona Mundial reservada de paso fino en el año 2007.
-   Resplandor de Agualinda. Ejemplar que obtuvo destacados triunfos en las pistas de Estados Unidos, capaz de producir a aquel monstruo del paso fino, que es el caballo Joyero III; así como al reproductor, Gaudí de Montesa.
-   La Trinchera.
-   La Toscana del 8. Madre del hermoso caballo, exportado a Puerto Rico,  Doctor de la Virginia.
-   Teófila del 8. Madre del fuera de concurso, Tártaro del Encuentro, y de la varias veces campeona de paso fino, Espiga de Sol del Encuentro, quien, a su vez, es la madre de la extraordinaria y promisoria potranca, Promesa del Sol del Encuentro.
-   La Campeona del 8.
-   La Tiznada del 8. Madre del probado reproductor del paso fino, Bribón de San Isidro.
-   La Revelación del 8.
-   Polka del Juncal. Fuera de Concurso de paso fino.
-   Florencia de Santillana. Fuera de Concurso de paso fino.

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Ø   Capuchino. Alazán, hijo de Resorte IV y la Capuchina II, esta hija de Anfitrión y la Capuchina I. Criado por Don Fabio Ochoa Restrepo y vendido a Iván Traversa, de Miami, en 1983. Bajo la monta magistral de David Castro y, posteriormente, de Juan Evencio Martínez, ganó tres veces consecutivas el Campeonato Nacional de Classic Fino de los Estados Unidos. Su alto poder de trasmisión, le permitió ingresar durante trece veces al listado de los 10 mejores reproductores de ese mismo país, y entre 1995 y el año 2003, logró el titulo de mejor reproductor. Incluso, importantes descendientes de este caballo, denominado por la Paso Fino Horse Association como el caballo del milenio, han obtenido, en numerosas ocasiones, los galardones más codiciados de las pistas norteamericanas, boricuas y dominicanas. 
Sin embargo, si algo ha de reconocérsele ha este memorable ejemplar, fue el pulimento introducido a la genética del paso fino colombiano. La historia de este andar, bien puede dividirse entre antes y después de Capuchino, pues, su aparición en el escenario equino mundial, sin duda alguna, marcó una nueva forma de ejecutar el andar lateral. 
De igual forma, ninguno otro representante del andar autóctono colombiano, pudo desempeñar mejor su labor como embajador de nuestro caballo en el terruño americano. Y ello, en gran parte, gracias a la incansable labor de su última propietaria, la señora Zarela Olsen, y de su afectuoso cuidador, Jairo Vélez. En manos de estos, fallece el increíble Capuchino, el 23 de marzo de 2009, en la Clínica del Doctor José Dávila, en Ocala, Florida. 
Afortunadamente, y para futuro del caballo colombiano, Capuchino, no sólo deja tras su partida toda una estirpe de campeones; sino que, además, un clon suyo habita desde ya en las praderas de la Florida, de manos de Zarela Olsen.
De sus hijos, cabe destacar a:

-   Capitán de la Vitrina. Fuera de Concurso y codiciado reproductor. Padre, entre muchos, de Cortesano de la Vitrina F.C.; Comisario de la Palmera; Dulce María de Lusitania (madre del importante reproductor, fuera de concurso, Dulce Sueño de Lusitania); de la varias veces campeona en las pistas de Estados Unidos, Madrugada de la Hacienda; y de la Leyenda de Arabia (progenitora del caballo Mito del Libano VO y de la campeona en EE.UU., Discordia).
-   Arco Iris de Capuchino. Campeonísimo representante del paso fino en Estados Unidos.
-   Cafeto del Juncal. 
-   Sonajero de la Esmeralda. Fuera de Concurso en República Dominicana y campeón, en diversas ocasiones, en Colombia, Puerto Rico y Estados Unidos.
-   Aprendiz de Colores. Múltiple campeón de las pistas de Estados Unidos y Puerto Rico.
-   Detalle de Besilú. Reconocida yegua de las pistas norteamericanas, famosa por sus probados dotes como reproductora y por sus magistrales participaciones en las pistas del mismo país.
-   Cortes de la Vitrina. Importante reproductor colombiano.
-   Pretenciosa de la Alhambra. Múltiple campeona en las exposiciones equinas de Colombia y de Estados Unidos.
-   Chaperona. Varias veces campeona en Estados Unidos.

Ø   Retorno. Hijo de Resorte IV en la Mazurca, una hija de Carnaval Vélez. Decía Don Fabio Ochoa, en el año de 1984: “Retorno es un verdadero representativo del paso fino colombiano, su color, su paso, su tamaño y postura de la cola, son muy parecidos a su abuelo paterno Resorte III, quien también a la vez es bisabuelo materno (…)” . Y, con razón decía Don Fabio semejantes palabras, pues sólo uno como éste sería capaz de producir a un fenómeno mundial del paso fino como lo es la Maraquita la Rosa, triple campeona mundial; a la campeona mundial de 1984, La Catedra; a los reproductores Ámbar y Tobías del 8; y a los campeones internacionales, Jaranero y Retorno de LM.

•   BOCHICA. Criado por Don Carlos Quintero en Buga (Valle del Cauca), este hijo de Huasipungo en la Diana, no sólo brilló por su hermoso color moro y llamativo pulimento, sino también, por protagonizar inolvidables duelos junto a otros grandes de su época, como lo fueron Resorte IV, Contrapunto y Plebeyo, imponiéndose, incluso, sobre ellos en alguna que otra oportunidad. No en vano, obtuvo el codiciado título de fuera de concurso y campeón de campeones. Entre sus hijos figuran: Postín; Bochica II y Aristocracia, madre del renombrado reproductor Patrimonio del 8. 

•   CONTRAPUNTO. Este hijo de Pistolero y La Ligia II (madre de tres grandes campeones del paso fino: Contrapunto, Pirata y Monarca), en relación al cual sostiene Don Guillermo de Narváez, “Cerca de Armenia, en la Hacienda “El Edén”, de Don Alfonso Tobón, haciendo honor al viejo y conocido eslogan de las exposiciones que dice: “Quindío, cuna y semillero de caballos de paso colombiano”, nació en 1966 el famoso Contrapunto, gran campeón nacional e internacional, moro de bonito fenotipo y excelentes movimientos. (…) Como reproductor, no fue Contrapunto muy prolífico (por política de sus propietarios, no le pusieron muchas yeguas), destacándose Contragolpe, de Hernán Cortés, Contrapunto II, Country, Monarca de Besilú y otros, lo mismo que La Clásica y algunas yeguas del criadero “Santa Ana” de Víctor Quintero, quien fue su último propietario (…)” . 
Dentro de la descendencia de Contrapunto, quien, por cierto, recibió el título de Campeón Mundial en 1983, cabe subrayar, que su hijo, Monarca de Besilú, fue el padre del victorioso Símbolo de Besilú, campeón nacional en los Estados Unidos y Campeón Mundial de paso fino en el año de 1995. Así mismo, su hija Contra Mirta, fue la campeona mundial en Puerto Rico en 1983; y Contra Ya, la campeona mundial reservada en esa misma ocasión. También, debe destacarse el hecho de que su hija, La Clásica del Clásico, es madre del reconocido reproductor, Clásico de Plebeyo, y abuela del tantas veces campeón de paso fino en Estados Unidos, 222. Borinqueña y Contra Quien Salga son otras de las magníficas descendientes del importante fuera de concurso Contrapunto. 

•   PLEBEYO. Producto del cruce entre Chucuano y La Pandereta, realizado por Don Milo Sarria, en su criadero La Estancia; Plebeyo, de color moro y, sin duda, uno de los representantes del paso fino de más hermoso fenotipo, fue vendido para el criadero de Dee Torcise, ubicado en los Estados Unidos, en donde logró producir ejemplares con destacada figuración en las pistas de ese país y de Puerto Rico, como es el caso de: el Clásico de Plebeyo (padre, entre muchos, del 222, Torbellino de La Sierra y Clasiquita de la Libertad); Ídolo Internacional; Zarzamora (madre del reproductor Postín); Plebeyo Junior; Lunareja; Titolivio; entre otros. 

•   DARLING, CARNAVAL II, DA