Señores foristas
No quería escribir de este tema pero lo hago al leer la vehemencia con que algunos se rasgan las vestiduras por el acto de un simple mortal que se toma unos tragos que le caen mal, puede que el acto en si sea reprobable, pero de ahí a entrar a condenarlo y pedir sanciones y lo mas ilógico de todo, denigrar DEL CABALLO, un poco de sensatez no vendría mal, que culpa tiene el animalito? Puede amarse o detestarse pero es un caballo espectacular y un espectáculo en sí mismo, que culpa tiene de lo que haga su dueño para entrar a llamarlo taparo y otros epítetos que dejan mal parados a los supuestos caballistas que lo insultan.
VERGÜENZA DEBERIAMOS SENTIR ante el hecho de que la ilusión protagonista del escándalo del año pasado haya aparecido como patrocinador de la feria nacional de este año, por qué nadie dice nada de ese hecho? Los lambones hala bola del pomposamente llamado chalan de chalanes por qué no ven eso? La plata lo tapa todo y hace ver a muchos de quienes no la tienen comportarse como los perros de la mesa de epulón. DIGNIDAD no les vendría nada mal a estos sujetos. Piensen en lo que realmente nos afecta, no en el comportamiento de un borracho que si dijo o hizo fue algo personal, contrario a lo que había dicho Heissen que afectaba a todo el gremio, pero lo de Néstor fue algo local, que siendo feo no da para tanto alboroto.
Supongo que todos los que alguna vez en su vida han tomado licor han desarrollado comportamientos que son reprochables, esto es propio del momento y de la embriaguez no para juzgar y decir que uno siemmpre es el mimo, falacia absoluta, los sentimientos, las sustancias psicoactivas, el licor, algunos medicamentos, muchas enfermedades hacen que la gente modifique sus conductas. Nestor es un buen hombre con la suerte de tener un caballo magnifico, yo creo que mejor mirarlo sin la envidia y el oportunismo que la situación desata.
Sinceramente
CENTAURO95
“El respeto a la dignidad y autonomía de cada uno es un imperativo ético y no un favor que podemos o no concedernos unos a otros.” P. Freire