Señores:
Este tema me parece de suma importancia, toda vez que en la actualidad advierto una clara proliferación de exposiciones equinas en el país.
De un lado, tanta feria encontraría justificación ante el simple espectador, especialmente el ubicado en municipios apartados de las ciudades capitales, a quienes se les lleva un espectáculo que los pone en contacto directo con nuestros ejemplares criollos, incentivando y fomentado dicha actividad.
De otro lado, resalto los altísmos costos que para un expositor conlleva presentar su (s) ejemplar (es): herraje, sangrado, transporte, viáticos para conductor, presentador y palafrenero, honorarios de presentación, comida del ejemplar (es), etc. Esto impacta directamente el posicionamiento que pretenda hacer el expositor de su (s) ejemplar (es) en la clasificación de FEDEQUINAS, pues, para atender un mayor número de exposiciones, se requiere tener una mayor capacidad económica. Uno advierte que algunos ejemplares se la pasan de exposición en exposición y, sin demeritar su calidad, obtienen los mejores posicionamientos en la clasificación. Por ende, creo que FEDEQUINAS debía regular el número máximo de exposiciones anuales por ASOCIACIÓN, reduciéndolas a una Exposición Grado A, en la sede de la Asociación, y a dos (2) Exposiciones Grados B, en dos (2) municipios de su área de influencia. Ello conllevaría una mejor organización y una mayor competitividad en cuanto a cantidad y, por sobre todo, calidad de los ejemplares. Por ende, feria que reuna el mínimo de ejemplares en competencia pierde el grado (pasa de A B, o de B a Festival). Así se podrían hacer más festivales para quienes quieren foguiar sus ejemplares y, de paso, se lleva este espectáculo a los municipios pequeños. Los pequeños expositores no pueden aguantar los altos costos de las exposiciones, lo cual se agrava con tal proliferación de exposiciones.