La clonación es una gran herramienta, pero toda gran herramienta mal utilizada puer ir en detrimento hasta de los objetivos más sublimes. Lo mismo sucede con los otros procesos de reproducción artificial: inseminación y extracción de óvulos. Con ellas se ha aumentado la mercadotécnia del CCC, se han multiplicado las carácteristicas deseables pero así mismo las indeseables, dado que en esas poco se piensa. Todo caballo tiene características ocultas deseables o no, que solo se ven en sus hijos o nietos.
En resumen el tema nos lleva a pensar sobre la búsqueda de la perfección: la falta de un arquetipo que imitar. Los criadores de caballos árabes lo tiene, la yegua El-Burak, la que llevó al profeta Mahoma a los cielos, es el epítome de la belleza equina en dicha raza.
¿Nosotros a quién tenemos? Pues cada cual tiene su caballo ideal, un cadaver exquisito compuesto por el andar de tal caballo, el fenotipo de tal otro, el caracter o el brío de el de allá, etc. Es decir en tanto no se trabaje en el concepto de STANDAD DE RAZA, no habrá más que palo de ciego. Más de los mismo, unos pocos grandes caballos y una reproducción desmedida y desenfrenada similar a sodoma y gomorra.
En el Pura Raza Español los reproductores son avalados por una entidad gubernamental, que busca el mantenimiento de dichos estándares y que ha logrado que desde 1975 a la fecha la alzada promedio del PRE se eleve 11 cm sin que se pierdan las características de este valioso caballo. En nuestro país, reino de egos e inequidades, se hace lo que el criador desee, todos nos escudamos en que como criadores todos criamos lo que nos guste, y en ese momento se nos olvida lo que nos iguala a los demás criadores que es que nos gusta el CCC, y por su parte FEDEQUINASS no hace nada más que llevar el stoodbook. Así que la clonación no será ni buena ni mala, ni será la debacle, solamente será más de los mismo, un refurzo de nuestra cultura despelotada, improvisadora y totalmente carente de un norte claro.