SALUDO.
El éxito de una buena boca siempre ha estado y estar en el correcto proceso de adiestramiento de un caballo, que debe dejar como resultado un caballo reunido y permeable a las ayudas del chalán, algo digno de exportación de Colombia para el mundo es el manejo del caballo en el bozal, después de lograr tener a un caballo reunido, entendiendo reunido como una correcta biomecánica para desarrollar su andar, nada tiene que ver con recortado o numero de batidas, la cumbre del adiestramiento es enfrenar al caballo, encontrando el freno, embocadura, hierro, (no entrare en esta dialéctica que mucho tiene que ver con la cultura, pero nos entendemos de que hablamos) adecuado para cada caballo, de acuerdo a muchos aspectos muy bien expuestos por otros foristas.
Creo que si hablamos de un bocado español, todos sabes de que hablamos, si hablamos de un filete todos sabemos de que hablamos, igual creo que si decimos freno criollo sabemos a que tipo de freno hablamos, tanto de técnica de construcción del freno como de modelos, y decir que lo que maltrata es la mano del jinetes es una verdad como un templo pero no tapemos el sol con las manos negando que existen frenos que solo verlos dan dolor a la vista…
Mi experiencia es que un caballo bien reunido y bien trabajado en bozal, cuando se enfrena le da el ultimo punto de perfección al adiestramiento, y si se requiere fuerza física para parar un animal o para dirigirlo algo se hace mal.
Lo he dicho muchas veces y no me cansare de repetirlo, después de probar muchísimas variedades de frenos, bocados, filetes etc, en mucho tipo de caballo, no existe igual calidad de freno que el criollo colombiano, el cual adaptándolo en su tamaño funciona de maravilla en otras razas de caballos, y no es patriotismos tengo infinidad de gente que ya trabaja sus caballos con freno colombiano por tierras europeas y no lo cambian por nada.
Y también se debe decir que existen frenos criollos colombianos que son dignos de museo del terror, y puede que con ese no saquen a la exposición pero de que se ven se ven.
Un abrazo
Felipe Lleras