¿Puede un trochador afinarse? Para analizar el tema es preciso, primero, establecer que el caballo de la modalidad de paso fino criollo colombiano, camina al paso fino porque tiene en su contexto genético un ”Gen” que resulta recesivo. El caballo que “no” lo tenga, no puede desplazarse al paso fino, porque carece de este gen, que es el que lo habilita para hacerlo. Este es un principio científico que no fue inventado por el autor del libro El Caballo Criollo Colombiano. Sino que lo establece la genética moderna que es la ciencia que estudia la trasmisión de los caracteres en la descendencia.
Mendel estableció la base par las tres leyes básicas de la herencia que se utilizan: a) La ley de la unidad de carácter, la cual afirma que cada gen se hereda independientemente de los demás genes; b) La ley de dominancia, que estipula que cuando animales de distintos genes se cruzan , los genes dominantes aparecen en la primera generación, y c) La ley de segregación, según la cual los genes se mantienen separados en lugar de mezclarse dentro del producto, y que las generaciones sucesivas del mismo heredan las características dominantes y recesivas en una proporción fija.
El caballo criollo colombiano, cualquiera que sea su modalidad, dispone de las otras combinaciones genéticas, diferentes, que son las que disponen que todos los equinos, como también los cuadrúpedos, se desplacen por diagonales, y en nuestra raza lo hacen trochando o trotando depende del caso, lo cual no excluye al caballo de paso fino.
Por consiguiente, es común que el caballo de paso fino, como se ha analizado varias veces en este foro, generalmente empiece trochando hasta llegar a cierto punto en su adiestramiento (la enfrenada) que es cuando el potro retoma la mayoría de las veces el desplazamiento por laterales. Otros lo hacen desde chiquitos, detrás de la yegua. Algunos inclusive, como lo han expuesto algunos foristas, hacen sus primeros campeonatos trochando. También se dan casos que de muy avanzada edad se les destapa, por así decirlo, el gen recesivo que llevan dentro y se meten al paso fino, algunos habiendo ganado ya campeonatos.
El ejemplar de la raza del CCC que no lleva en su contesto genético el gen recesivo que se denomina (p) y que es brioso, suave, de cadencia rápida, patudo, pulido, de pisada firme, sonoridad, buena rienda, resistente, etc., debe desplazarse “trochando” o “trotando” depende de otros factores heredables independientes del gen (p), como son la velocidad de la cadencia o ejecución. Por consiguiente tanto los unos, con su gen (p) como los otros pertenecen a una misma raza. Esto de llevar algunos ejemplares de una misma raza un gen recesivo y otros no, sucede con frecuencia en animales de otras especies, como el los bovinos, como se analizo en otro Tepic en la raza del ganado holstein, con el gen recesivo que fija el color rojo o en vez del negro, y en otras el factor tope o romo, y científicamente son consideradas de una misma raza.
Es por esto, que por motivos genéticos, hasta ahora desconocidos, existen caballos que son tenidos como trochadores, y reconocidos como tales, inclusive que han ganado campeonatos, y que en algún día de su vida resultan afinados, metiéndose al paso fino, descubriendo que siempre han tenido en su contexto genético el gen (p) demostrando que su verdadera modalidad no fue la trocha sino el paso fino. Fenómeno que se presenta con alguna frecuencia. También es posible, y pasa con alguna mínima frecuencia, por motivos también aún desconocidos, que un ejemplar pueda pertenecer a las dos modalidades simultáneamente, como igual pasa en la raza del ganado holstein con el color rojo y negro, que en alguna mínima proporción, se dan casos de ejemplares que no son ni negros ni rojos, sino que presentan un color rojo oscuro, carmelitoso, como mezcla de los dos colores. También es muy importante tener en cuenta que en cuestión de genética la excepción confirma la regla.
No está de más analizar, que muchas veces, y ha sido una práctica, desafortunada, muy frecuente en el pasado, colocar en el árbol genealógico el caballo de más prestigio para valorizar el producto, no importando incluso la modalidad a que pertenezca, lo cual ha generado como es de suponer muchísimas confusiones y falsedades al respecto, que dan por hecho una determinada paternidad cuando en la realidad no fue como se creyó. Muchas veces ha pasado también, que se manda una yegua a servir de determinado reproductor y por x o y motivos termina sirviéndola otro caballo de diferente modalidad sin que se supiera nunca la verdad del hecho, dando por resultado una cría que resulta tranquilamente de una modalidad diferente.
Luis Pardo Saiz
Lomalinda
Dosientos años enl a Sabana