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la epm es
La mieloencefalitis protozzoaria equina es una enfermedad neurológica causada por el Sarcocystis neurona.
Los signos clínicos son: caminar tambaleante, incordinación del tren posterior, ataxia, parálisis espástica, parálisis de labios, párpados, decúbito y muerte.
Una detección temprana nos servirá para realizar el tratamiento, que si es adecuado y durante suficiente tiempo, permitirá la recuperación del caballo y de su potencial deportivo.
El organismo productor de esta enfermedad es el Sarcocytis neurona (1990). Siendo aparentemente el caballo un hospedador accidental
Los caballos se infectan al ingerir pasto y /o agua contaminada con esporocistos, en él se produce una reproducción asexual, y los merozoítos se localizan en las células nerviosas endoteliales y leucocitos del el S.N.C. También se han descripto merozoítos
diseminados en el citoplasma de células nerviosas no alojado en vacuolas parasitoforas. Cuando el microorganismo invade el S.N.C produce los signos clínicos.
El caballo es un hospedador aberrante, él no puede transmitir el sarcocystis a otros caballos, generalmente muere siendo el hospedador de estos protozoarios.
Solamente un pequeño porcentaje de los caballos parasitados muestran signos de la enfermedad.
La sintomatología clínica es causada por el daño neuronal producido por la acción directa del parásito, y por la inflamación y edema secundarios.
Los signos asociados a la infección de la médula espinal incluyen, ataxia, debilidad progresiva de los miembros posteriores y anteriores. Se puede observar focos de atrofia muscular especialmente en la región de los músculos glúteos. Generalmente la atrofia muscular aparece cuando es evidente y crónico el andar asimétrico.
La EPM causa rengueras atípicas, un andar débil y tambaleante que en ocasiones puede mejorar y luego recrudece nuevamente.
Los signos asociados a la región craneal solo aparecen en el 10% de los caballos con sintomatología. Puede aparecer parálisis o hemiplejía laringea, parálisis labial, caída palpebral, todo depende de los núcleos nerviosos que afecte la parasitosis.
Los signos clínicos secundarios resultan de las injurias producidas a diversas estructuras anatómicas, como la ataxia que aparece por la disfunción nerviosa; o el enganche rotuliano que es común en los inicios del cuadro nervioso; probablemente por la debilidad de cuádriceps que permite el estiramiento del ligamento rotuliano medio.
Otro efecto secundario del EPM es el dolor de espalda producido por la rhabdomiolisis que ocurre a causa del limitado número de fibras musculares que se contraen durante el ejercicio.
De todas maneras en el país no se han realizados muchos rastreos serológicos y en muchos de los caballos con síntomatología nerviosa nunca se ha llegado a diagnosticar el origen, por lo cual no se debería descartar la posibilidad de que el EPM se encuentre en nuestro país.
En Brasil se ya fue diagnosticada en 1995 y desde entonces se ha acrecentado la cantidad de casos.
El diagnóstico de EPM por los síntomas clínicos es dificultoso, ya que sus signos son difíciles de distinguir de los producidos por otras enfermedades como estenosis cervical, herpes virus, mielopatía degenerativa equina, etc.
Hay tres signos muy típicos que nos permiten sospechar de EPM, caminar tambaleante, ataxia y atrofia muscular, pero para llegar al diagnóstico definitivo se requiere de algún test especifico. Algunos autores dan la respuesta al tratamiento específico como indicativo de la enfermedad.
Respuesta al tratamiento: uno de cada tres caballos muestran una respuesta al tratamiento luego de los primeros 10 a 14 días, estos se puede usar como primera aproximación para confimar EPM, pero en algunos caballos no se obtiene respuesta durante las dos primeras semanas por lo cual se necesitan de diagnósticos adicionales. El seguimiento del tratamiento por varios meses es usualmente lo que produce una mejor respuesta.
Análisis del líquido cefaloraquideo (CSF): La colección de CSF es esencial para el diagnóstico confirmativo de EPM, se puede tomar por punción en la región atlo-occipital (A-O) o en la región lumbosacra (L-S). En el análisis se observan ciertas anormalidades tales como el aumento de la proteína total y presencia de células inflamatorias.
Inmunoblot: Este test detecta la presencia de anticuerpos en suero y CSF. La positividad detectada por suero indica que el caballo ha tenido contacto con el S.neurona, pero no significa que esté enfermo. En tanto el resultado positivo en líquido cefaloraquideo si confirma la enfermedad.
Por último el diagnóstico histopatológico se utiliza en los casos que se debe recurrir a la eutanasia, tomando las muestras de S.N.C
También se puede utilizar la inmunohistoquímica como herramienta de diagnóstico.
Tratamiento
En la terapia contra EPM hay que tener en cuenta tres factores:
1.Antibioticos que inhiban la replicación del protozoario.
2.Antiinflamatorios que limiten la afección del S.N.C
3.Terapia adicional que controle los problemas secundarios que produce el tratamiento.
Hay que tener en cuenta que el tratamiento deberá durar varios meses (tres como mínimo) y se debe combinar al comienzo de la crisis con antiinflamatorios que reduzcan el daño al S.N.C como el D.M.S.O. y el flunixín, y la adición de ácido fólico y vitamina E, ya que la terapia produce una anemia normocítica y normocrómica. También se deberá tener en cuenta que en las yeguas gestantes esta terapia puede producir malformaciones fetales.
Ultimamente se ha usado como terapia de apoyo drogas inmunomoduladoras como el Levamisol.