Inbreeding, closebreeding en caballos, virtudes y peligros…
Cuando castamos familiares cercanos, propiciamos la homocigosis en los pares de cromosomas de las crías. Esto quiere decir que las crías podrían tener características buenas, comunes a ambos padres, en forma doble, o homocigótica en sus pares de cromosomas.
Si la característica que se fija en forma doble o homocigótica es una característica deseada, y la cría nace sana y buena, entonces hemos logrado algo excelente, una cría genéticamente superior, que al reproducirse va a transmitir consistentemente sus buenas características. Será un semental o una reproductora prepotente, mucho mas consistente que cualquier otro reproductor que no sea producto de un inbreeding. En cambio, si la característica que se fija en forma homocigótica es indeseable, entonces hemos logrado una cría mala, enfermiza, inferior a ambos padres, que al castar pasara consistentemente las características indeseadas a su progenie. Si un semental producto de un inbreeding, lo que tiene en sus genes es malo, o mediocre, ese semental va a producir consistentemente crías mediocres, malas o enfermas, que podrán deteriorar rápidamente el pool genético de una raza, o de una población cerrada de caballos. Ese es el gran peligro del inbreeding en una población cerrada, o en una isla. Sin duda, eso ha ocurrido en algunas razas de caballos donde se ha castado excesivamente entre familiares mediocres.
En genética, aprendemos que el poder de transmisión de un semental aumenta con el grado de homocigosis cromosomica que el semental tenga en sus genes. Mientras mas pares de genes tenga en forma homocigótica, mientras mas puros, o doble-copia sean sus cromosomas para sus buenas características, mas prepotente va a ser transmitiendo lo que tiene a sus crías. Esa es la gran virtud del closebreeding, o de un semental bueno que sea hijo de dos hermanos excelentes. Castara con mas consistencia que cualquier otro semental que no sea hijo de hermanos. Por el contrario, si un semental campeón es producto de un cruce abierto, heterocigótico, aunque el sea bueno, no será muy consistente al castar, ya que sus buenas características ocurren en forma impura o copia-sencilla en sus genes. Es por eso que algunos sementales, campeones en las pistas, pero producto de cruces abiertos, genéticamente heterocigóticos, no han castado bien.
Para que el closebreeding o el inbreeding resulte exitoso, hay que ser bien riguroso al seleccionar los individuos que se van a castar. Ambos deben ser de calidad excelente y sin ningún defecto de conformación o de aplomos. Ambos deben tener las características deseadas, como velocidad, finura y mansedumbre, que son las que se quieren fijar, en forma homocigótica, en la progenie. Si no se parte de individuos sanos y excelentes, el inbreeding puede ser mas perjudicial que beneficioso, y se debe evitar. Si se va a castar de animales mediocres, entonces se debe castar en forma abierta, con parejas que no sean familiares, propiciando la heterocigosis, o el vigor híbrido.
Rafi Rivera MD
Potrero Aguja Azul
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