Tomado de "Las 4 Mamacitas (Fantasma, Petrarca, Canario, Pompeyo)" de Don Fabio Ochoa, agosto 1984
Veamos a Canario: Nació en Bolivar (Ant.), hijo de Danilo, llegó a a Medellín en medio de la fama de su padre Danilo con su otro hermanito paterno, Danubio. Ambos de la manito, potricos, de 20 meses cada uno, y de la manito de Diego Restrepo, no se hablaba sino de Danilo y sus dos hijos mayores.
Llegué yo de Cali con Resorte III de 30 meses y Angelita, mi hija de 3 años, ya gran jinete, a ella la admiraban, pero a Resorte III, después de ver esos dos hijitos mayores de Danilo, pa´que más?, yo si les vi el morado, no lo debiera decir, no sabía cuál era peor, más bronco, tal vez Danubio.
El pobre Diego, mi pariente, se puso a hacerlos arrendar y prefirió tirarse del palacio nacional, pobrecito.
Dieron y dieron vueltas y ya apareció Canario hecho un gran señor, y en las manos de Aníbal Arroyave y con su hija mayor; la Diana, trochadora, galopera, buenísima y siéntese Anibal a recibir yeguas y plata, hasta la gran Serena se lo dió y más que le pusieron siempre se equivocó y dio 4 o 5 buenas. La Carriza, la Diana, digamos El César con todo y su pereza, etc.
Un día cuando Jaime Escudero empezaba su carrera de caballista le organizó una fiestecita en su pesebrera en Copacabana con todos sus hijitos peinaditos y carilimpios y bien calzaditos como para una primera comunión.
No faltó sino Petronio, su hijito mayor que estaba en Venezuela, recogiendo triunfos (qué pedazo) volvió después de viejo a Colombia sin triunfos ni glorias, pero “la hija agradecida vuelve a su casa manque parida”, dicen en el Valle.
Así que este reencuentro fue su perdición, no pudieron saber todos los caballistas reunidos allí en el ágape de Canario y sus hijitos, cuál era el más malo, y cacho acabado, le fue vendiendo Canario a Don Hugo López, un caballista principiante, en una millonaria suma. Anibal lo mantenía en la pesebrera con su hijo Portento, sello de garantía, para que vieran lo que daba.
En una ocasión vino Danilo a Medellín, con fiebre, compitió con Canario y perdió Danilo, la única vez en su vida que don Danilo pierde, estaba para morirse; entonces Anibal pedía permiso a las asociaciones que si en vista de ese triunfo lo podía poner “don Canario”, luego fue vendido para Cali, pero se reunió un poll caballístico por lo alto y recobraron dicha joya, adorno de la ciudad.
Con su hermanito Danubio, también empezó la carrera de criador Don Carlos Vergara, afortunadamente se arrepintió temprano.