Amigos Caballistas encontre este articulo en una paginad e internet me pare interesante
" La influenza equina causa una enfermedad respiratoria aguda, febril, muy contagiosa. Se han observado dos virus de influenza inmunológicamente distintos en las poblaciones equinas mundiales, excepto en Australia y Nueva Zelanda. El ortomixovirus A/Equi- 1, aunque probablemente presente durante décadas, no se ha aislado en parte alguna desde 1980; ortomixovirus A/Equi- 2 se reconoció por primera vez en 1963 como una causa de epidemias difundidas, tras lo cual el virus se ha hecho endémico en muchos países. Las endemias se mantienen por los casos clínicos esporádicos y por la infección leve o inaparente en los caballos susceptibles, que se introducen en la población por el nacimiento, debido a la inmunidad decreciente o después del desplazamiento desde otras regiones o países. No se sabe si existe el estadio de portador. El resultado clínico después de la exposición vírica depende especialmente de la situación inmune; en los animales susceptibles, ésta puede variar desde una infección leve, inaparente, a una enfermedad grave, que rara veces es fatal, excepto en los animales jóvenes, viejos o debilitados por otras razones, y en los asnos. La transmisión ocurre por vía respiratoria a través del contacto con secreciones respiratorias infecciosas. Las epidemias surgen cuando uno o más caballos agudamente infectados se introducen en un grupo sensible reunido para exhibición, venta, entrenamiento o carreras. El resultado epidemiológico depende de las características antigénicas del virus circulante y del estado inmune de una población dada de caballos a la hora de la exposición y de la posible infección con ese virus. La exposición natural frecuente a las vacunaciones regulares puede haber contribuido al grado de desplazamiento antigénico que ha ocurrido con ciertas cepas de virus A/Equi-2 en algunas partes del mundo.
Hallazgos clínicos y lesiones
El período de incubación suele ser de 1 a 3 días, pero varía de 18h a 5 o, en raras ocasiones 7 días. El inicio es brusco, con fiebre que alcanza 42°C, que generalmente dura <3 días en las infecciones no complicadas. Una característica significativa es la tos, normalmente seca, dura y no productiva; se produce precozmente en el curso de la enfermedad y puede persistir durante varias semanas, especialmente si sobreviene un infección bacteriana. La secreción nasal, aunque escasa y serosa inicialmente, se suele volver profusa y mucoporulenta más tarde. Es frecuente que haya depresión, anorexia y debilidad. A veces hay descarga lagrimal, aumento del tamaño de los ganglios linfáticos de la cabeza, edema de las extremidades, rigidez, laminitas, disnea respiratoria y neumonía. Los caballo afectados levemente, se recuperan sin problemas en 2 a 3 semanas; los caballo gravemente afectados pueden estar convalecientes incluso durante 6 meses. La recuperación de la tos y de las secuelas incapacitantes de la enfermedad se acelera con la restricción completa de una actividad física vigorosa. La recuperación del epitelio de la vía respiratoria tarda más que la desaparición de los signos clínicos.
El riesgo de complicaciones o secuelas graves, como la neumonía, pleuroneumonía, bronquitis crónica y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), se reduce al mínimo restringiendo el ejercicio, controlando el polvo, proporcionando muy buena ventilación y manteniendo una buena higiene en la caballeriza.
Diagnostico
Con frecuencia se necesita ayuda del laboratorio para diferenciar la influenza de la rinoneumonitis vírica equina, la arteritis vírica equina y otras infecciones respiratorias. No obstante, la ocurrencia de una infección respiratoria de difusión rápida en un grupo de caballos, caracterizada por un inicio rápido, fiebre elevada, depresión, debilidad y tos difundida, usualmente es suficiente para establecer un diagnóstico diferencial de influenza equina. La confirmación se basa en el aislamiento del virus o en la serología de los sueros agudos y convalecientes. Las muestras clínicas de elección son las nasofaríngeas obtenidas con torundas.
Tratamiento y control
Los caballos que no desarrollan complicaciones necesitan solamente descanso y buenos cuidados.
Se recomienda la administración de antipiréticos para los caballos con una fiebre de #8805; 40,5°C. Los antibióticos están indicados cuando la fiebre persiste durante más de 3 a 4 días, o cuando hay secreciones nasales purulentas o afección pulmonar. El descanso debe ser completo y durar un tiempo suficiente después de cesar signos clínicos, con el objetivo de evitar la lesión pulmonar o miocárdica a largo plazo.
El control requiere un buen tratamiento y el uso de una vacuna inactivada con coadyuvante, que contenga tanto virus A/Equi-1 como A/Equi-2. La posibilidad de exposición a la infección puede reducirse, aislando cualquier caballo recientemente introducido en la caballeriza u otro grupo de caballos, y reduciendo al mínimo el contacto con los demás caballos. Las autoridades reguladoras de los hipódromos u otros grupos equinos exigen que los caballos reciban dos vacunaciones a intervalos no < 3 semanas ni > 3 meses, seguidos de una revacunación inicial a los 6 meses y revacunaciones posteriores anuales.
Bibliografía
El Manual Merck de Veterinaria. Quinta Edición.2000. Pág. 1216 – 1217
Vademécum Veterinario. Diccionario. Grupo Latino. Pág. 844 - 845 "