El arrendador en Marandúa es Luis Fernando Urrego y yo soy su ayudante. Nosotros trabajamos en la confianza de los caballos hacia los humanos, desde que nacen les obligamos con caricias y con mucha cercanía, tratamos de revertir su tendencia natural a la huida para que vengan hacia nosotros. Tornado tuvo su primera monta a los 28 meses y las primeras sesiones con silla fueron dentro de la pesebrera, allí aceptó la monta y recibió abundante quiebra. Sus primeras salidas fueron con amadrinamiento humano aprovechando la facilidad con la que andaba detrás nuestro en el potrero (esto todavía lo hace, en el video de Tornado en potrero se puede observar como sigue a su cuidador). Caminarlo mucho y hacerle conocer todos los detalles del entorno caminando con madrino humano o equino. Todo el trabajo posterior es bastante clásico, eso si eliminando maltratos, la sumisión al bosal la logramos con un bosal que lo sienta sin que lo lastime, una vez logrado usamos bosales suaves. Desde muy temprano en el proceso lo acostumbramos al bocado con un filete solo portándolo.
Carlos Mejía