Señores, por favor, póngase los pantalones de una buena vez y dejen de aplaudir y apoyar tanta sinvergüencería e ineficiencia de una Federación que, claramente, y por encima de nuestras narices, viene robándose la platica de nuestros propios bolsillos hace más de una década, bajo la excusa de un sin número de trámites, como la ridícula asentada de un reporte de monta!!!!!!
Aquí la gran mayoría habla con ligereza, pero es que llevamos más de 20 años intentando lograr acuerdos y cambios por la tan anhelada vía del dialogo, con unos dirigentes a los que, poco o nada, les interesa soltar las riendas de un negocio tan lucrativo como el que les representa NUESTRA Federación. Y, los "valientes" caballistas que ponemos la plata para que estos dirigentes continúen enriqueciéndose a nuestras espaldas, continúan aquí revolcándose porque las cosas deben hacerse por la vía de la conciliación. Sigan así, haber hasta cuando es que les va a aguantar el bolsillo...
¡Señores, por Dios, las cifras hablan de la desaparición de más de un 50% de los criaderos que permanecen vigentes a nivel competitivo en las ferias equinas del país a lo largo de los últimos años! ¿Cómo vamos a permitir que esto continué así? Más aun, cuando aquellos que se niegan al cambio ni siquiera han tenido la decencia de querer abrirle las puertas a las diferentes propuestas de dialogo que les ha planteado la Unión.
Ahora, yo, personalmente, tal como se lo manifesté al Dr. Pimentel y a algunos de los dirigentes de la Unión, considero, que están llamados a permanecer en ésta quienes sean consecuentes con TODOS sus lineamientos, quienes acaten sus directrices y la totalidad de los acuerdos a los cuales se ha llegado en el seno de las Asambleas de la misma. En ese sentido, a mi parecer, únicamente deben continuar conformando la Unión, los caballistas que realmente se encuentren comprometidos con el acatamiento pleno del paro propuesto, lo cual, óigase bien, supone anteponer por unos días a los intereses particulares de cada criador, propietario o expositor, los intereses generales y a futuro del gremio y de nuestro caballo; esto es, abstenerse de participar con ejemplares en cualquier evento equino avalado por la Federación, abstenerse de realizar trámites ante las asociaciones federadas (llámese traspasos, registros, asentamientos de reportes de monta, etc.), abstenerse de pautar en la revista FEDEQUINAS o en cualquier tipo de publicidad dirigido a engrosar las arcas de la Federación o de sus asociadas.
El sustento de lo anterior, a mi modo de ver es claro. Echemos mano de la legislación colombiana, la cual prohíbe, y hasta castiga, la doble militancia para el caso de afiliados a los partidos o movimientos de índole política, social o cultural. Pues, ese podría ser el caso de uno que otro caballista (exceptuando con todo rigor al Dr. Guillermo Kling, cuya situación es claramente comprensible), quienes, no sólo parecen querer jugar a los dos bandos, sino que, por demás, y más grave aun, pretenden cumplir una labor disociativa al interior de la Unión, eso sí, sin lograr resultados exitosos. Y al que le caiga el guante que se lo chante!
Finalmente, admirable me resulta la intervención de la familia García, quienes muy sensatamente apuntan: sin la realización de este gran sacrificio, que en hora buena un importante número de caballistas con los pantalones bien puestos decidimos realizar hoy, muy pronto terminaremos viendo relegado nuestro caballo criollo a las élites de unos cuantos clubes.