La individualidad de los caballos sus características por la raza las dadas por la naturaleza con sus diferentes temperamentos unos mas otros menos dispuestos para la relación y fortuna con los humanos, con su brío esa esencia o disposición en la labor propuesta; la domesticación su manejo la asumen sus propietarios definitivamente, unos quieren caballos asustados miedosos desconfiados rebeldes hasta bravos y peligrosos, otros los desean confiados dispuestos cómodos útiles, de todas maneras su nobleza esa característica universal de los equinos la que es parte igual del imaginario colectivo en toda cultura equina ya sea como criador propietario adiestrador manejador o como aficionado es inmodificable.
Si domesticamos de acuerdo a la lógica del caballo y no desde nuestro ego y ansiedad la posibilidad de eficiencia de éxito es posible, con disciplina los riesgos de la actividad disminuyen en todo sentido el placer el disfrute de la relación se hace más cercano.
Cordial saludo para todos
Fernando
P.D. Un caballo manso no pierde su chispa su alegría ni su brío, solo es más seguro y útil para todo y para todos.