Sexando el semen
Para producir una becerra, un espermatozoide que posea un cromosoma sexual X, deberá fertilizar al óvulo de la vaca, (el óvulo siempre posee un cromosoma sexual X).
Por el contrario, cuando un espermatozoide con cromosoma sexual Y es el que fecunda al óvulo, se producirá un macho. Es común referirse a los espermatozoides, tanto en conversaciones como en publicaciones, como espermatozoide X, así como espermatozoide Y. (En el semen, la mitad de los espermatozoides portan cromosoma X y la otra mitad portan cromosoma Y).
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“El contenido de DNA (Acido desoxiribonucléico) es la única diferencia real conocida entre el espermatozoide X y el Y, aparte de que la mitad de los espermas portan el cromosoma X y la otra mitad el Y”, explica el Dr. Johnson. El DNA está localizado en los cromosomas y , en el caso de los mamíferos, el espermatozoide X contiene más DNA que el espermatozoide Y, pero la diferencia varía según la especie.
En el bovino, el espermatozoide X tiene un 3.8 % más DNA que el espermatozoide Y. En los cerdos, el esperma X contiene un 3.6 % más DNA, en la Chinchilla es un 7.5 % y en el humano es tan solo un 2.8 % más. Mientras mayor es la diferencia en contenido de DNA, más fácil es la separación de los espermatozoides con un mayor grado de pureza. Esa diferencia en el contenido de DNA es la base de la tecnología para el sexado del semen.
Para iniciar el proceso, el semen tiene que ser teñido con un colorante fluorescente el cuál se unirá a cada espermatozoide individual según su contenido de DNA. Se hacen pasar luego los espermatozoides en forma de una corriente o flujo muy delgado a través de la máquina separadora, la cuál utiliza un rayo láser, que esencialmente lo que hace es iluminar el colorante. Como los espermatozoides X contienen un poco más de DNA, ellos por consiguiente atrapan más colorante y esto hace que “resplandezcan” más brillantemente.
Basándose en lo anterior, una computadora clasifica los espermatozoides en tres grupos: 1) los que portan cromosoma X, 2) los que portan el Y y 3) una población mixta de portadores de X y de Y (que no pudieron ser clasificados con absoluta claridad). Aquél flujo fino de espermatozoides se divide o fracciona entonces en gotitas pequeñísimas conteniendo un espermatozoide cada una de ellas, pasando éstas entonces por un dispositivo que les asigna una carga eléctrica positiva o negativa a cada una de ellas, según la clasificación previa hecha por la computadora. Se les hace pasar luego por un campo magnético donde aquéllas con carga positiva son atraídas hacia el lado negativo y las que poseen carga negativa son atraídas hacia el lado positivo. Una vez que los espermatozoides ya han sido apartados en esa forma, el semen fresco deberá utilizarse en las siguientes 24 horas. Es posible también su congelación para utilizarlo posteriormente.
Comenta el Dr. Johnson que su sistema original de separación de espermatozoides solo producía 300,000 espermatozoides sexados por hora. Hace unos 3 años, él y sus colaboradores desarrollaron una nueva tobera o boquilla para la máquina separadora, que permitió aumentar la eficiencia en la separación de espermas al triple.
Después de adaptar esa nueva boquilla a una máquina separadora de alta velocidad, la tasa actual de producción de espermatozoides sexados en su laboratorio es de unos 12 millones de espermas por hora. Esta combinación ha permitido una mucho más amplia aplicación del semen sexado en conjunción con la inseminación artificial.