De acuerdo con Felipe, lo que pasa en nuestro país, es que cambiamos demasiado en el adiestramiento de los potros, no tenemos un método a seguir, cambiamos constantemente de herramientas y de montadores, algo que desequilibra totalmente la psiquis del caballo.
Por experiencia con caballos de otras disciplinas, se que el manejo con bozal a 4 riendas es muy conveniente y útil, para el buen adiestramiento del caballo, y aplaudo su buena utilización, siempre con bozales planos.
El problema en la mayoría de los casos se presenta cuando, nos empezamos a meter con la boca del caballo, es ahí donde se necesita una mano sensible y elástica, que entienda cuando se exige y cuando se afloja, cosa que poco se ve en nuestros montadores actuales, siempre se les ve colgados de la rienda, también vemos como se empieza a utilizar todo tipo de herramientas, sin dejar que el potro se acomode a la nueva situación, es lógico que en un principio no le guste y no maneje la embocadura, pero si se la cambiamos constantemente, pues se va a defender, hasta tal punto que va tomarlo por costumbre y pongamosle lo que le pongamos, no va estar cómodo.
El adiestramiento es un proceso y tenemos que acostumbrarnos, a que en este proceso nuestro potro no va estar todo el tiempo bueno, sino que va evolucionando de menos a mas.
También por experiencia, no me gusta dejarlos con embocadura y falsas mucho tiempo, ya que me he dado cuenta, que el potro empieza a jugar con los 2 apoyos y pierde concentración, además esto dificulta la correcta sujeción de el freno en la boca del animal, en mi caso nunca uso otros elementos(solo un freno y siempre el mismo), luego que el potro se apoya correctamente en el freno, vuelvo a colocar las falsas, pero en las argollas de la barbada, para trabajar en una buena posición de cabeza, ya que el caballo debe direccionar perfectamente con el freno