Hombre, muy de acuerdo con lucho. La escojencia de un potro es muy complicada, y la silla es el verdadero juez.
En estos días me pasó, metí una playa en un potro grande, patudo, bonito color, aplomos, en fin buenas cualidades.
No conté con suerte, seguro quedará sabroso, pero no lo que pretendía mostrar a la cuerda, allí me faltó lo que generalmente falta, suerte.
Slds
Jose M.
Así es Jose.
Pero seguro que gozaste mucho con la ilusión, mientras aterrizabas en la decepción ...
Eso son los caballos. Ilusiones sin fín, decepciones contínuas. Pero en el "entre tanto " ! que alegria!! ¿ no ??
Esta es una pasión bien extraña, motivante y a la vez decepcionante. No obstante conozco muy pocas personas capaces de dejarla.
Se goza mucho e intensamente.
Yo aprendí que es lo único que nos llevamos de esta vida: lo bailado.
En cuanto a lo que dice lmaría de comprar potrancas, no estoy de acuerdo porque:
La potrancas también salen malas como los potros.
Quedan valiendo un poquito más (algunas), es cierto, pero esto es para ganarse premios mayores y no secos.
Los potros son muy fáciles de descartar, en cambio las potrancas regulares y malas muchos las dejan dizque para cria que porque son enrazadas y ahí es donde metemos la pata... (¿ porque no le cogen al potro regular o malo que también tiene raza ?)
Un potro que sale bueno es un caballo y estos valen 10 veces más que cualquier yegua buena y si salen reproductores lo sostienen a uno el resto de la vida.
Bueno, por lo menos es mi forma de ver esto.
Jorge Giraldo
CRIADERO SAN GERMAN