La feria fue muy buena, hablaron de una participación de 380 ejemplares, hubo mucha calidad, competencias de 15 y 20 ejemplares.
Una falla muy grave y delicada fue la falta de cama para los animales, llego hasta el viernes en la noche. Los animales que llegaron desde el jueves y los que madrugaron a llegar no pudieron descansar todo el día. Es importante que las ferias cuenten con las garantías mínimas para los caballos cuando empiecen a llegar, como son camas, agua suficiente, pasto o heno, y no esperar hasta última hora para que lleguen esos suministros.
A mi me toco mandar el camión a comprar aserrín en el pueblo, eso no debería suceder.