Respetuoso saludo.
Con respecto a mi comentario referente al tema en cuestión estoy de acuerdo que debo ser más claro en mi argumento.
En primer lugar es necesario entender que una especie es un conjunto de individuos que cruzándose entre sí tienen descendencia fértil (determinante genética).
En segundo lugar, una raza es un conjunto de individuos que comparten entre sí unas características fenotípicas (25 como mínimo: color, pelaje, altura, corpulencia, forma de las orejas, etc).
En el caso de nuestro Caballo Criollo Colombiano, resultado de un proceso histórico que surgió de la llegada en el siglo XVII de dos tipos de andares: diagonales (Árabes y Beberiscos) y laterales (aún no se sabe la procedencia) que en su proceso de adaptación da un tercer tipo de andar: la trocha en todas sus modalidades, que en su evolución ha terminado por generar los magníficos especímenes que tenemos hoy en día para raspar y competir.
Lo anterior nos crea un problema al proponerlo a nivel internacional como raza: ¿tenemos una raza con tres variantes? o buscamos, de los tres tipos de andares, ¿escoger uno como raza que nos represente? No se ha llegado a un consenso.
Ahora bien, el tema de la reproducción es un aspecto a tener en cuenta para la determinación de la raza, esto muy fácil si tuviéramos un solo andar, pero tenemos tres, y culturalmente hemos decidido un cuarto: la trocha y el galope, ¿de donde surge la idea que para mayor depuración hay que cruzar los tipos de andares entre sí? ¿Se han hecho investigaciones científicas en Colombia donde se comparen los productos surgidos de cruzamientos de andares entre sí con relación a los cruces mezclados para determinar cuáles son más definidos en el andar?
El punto es: necesitamos establecer de inmediato que raza es la que tenemos, o queremos tener, y en cuanto al tema reproductivo no veo por qué negar el cruce de ejemplares con diferentes andares, de hecho, muchos de los buenos trotones que se destacan en pista son de procedencia de trochadores o viceversa. No digo que los cruzamientos entre andares del mismo tipo se deban abolir o que los cruces entre ellos no se hagan, lo que propongo es que para el caso colombiano las dos propuestas deben darse, ya en las pistas es donde se define que equino es el mejor y cuáles son los que no pasan la prueba.
La variabilidad es la característica del trópico y nuestra biodiversidad es muy acentuada ¿por qué reprimirla? Sería bueno poder comparar más detalladamente que tan buenos son los ejemplares surgidos de cruces de andares, incluyendo a los laterales, que vendrían a ser tan diferentes o lejanos a los diagonales.
En definitiva, lo que pido es que antes de tomar decisiones podamos contar con las evidencias científicas que ratifiquen las medidas a tomar.