Es cierto Jorge, este potro muestra esas condiciones que anotas, todas interesantes. Conozco, casi de cerca, la dedicación del montador (hijo del dueño) con Dulce Amanecer, sé que le da largas caminatas y que todo su trabajo es con mucho juicio y con buenísima esperanza.
Y lo de una sola raza en los diagonales, cada día lo creo más. Aunque no desconozco la muy fundamentada descripción de los andares que he recibido de Carlos Uribe MVZ, quien con todo conocimiento me ha explicado la influencia de algunos genes en los atrasos que presentan los movimientos de las patas en relación con las manos que son los que dan como resultado los diferentes andares desde el trote hasta el fino incluyendo los andones. El punto a favor de mi creencia, es que en nuestros diagonales, es justo el origen desde el fino y la mezcla con los diagonales ibéricos los que han producido esa delicia de andares que son los diagonales colombianos, los mismos que se presentan sin excepción (en los que yo conozco) en todos los ejemplares diagonales: Todos trotan, todos trochan, todos galopan (algunos también finean). Eso si, con marcadas diferencias de calidad, que son las que desencadenan, según me parece, la especialización que le procuramos a unos y otros.
Un abrazo apreciado Jorge,
Carlos Mejía
Carlos, va bien ese potro.
Natural en los dos aires, bonito, aplomado y desprende a galopar con facilidad.
No se ve empujado.
Además se ve muy bien arreglado y sin vicios, que es muy importante en los aires compuestos.
Parece que se confirma esa idea tuya de que los diagonales son una sola raza.