Cuando uno cría, lo primero que tiene es afición por los caballos,segundo esperanza y se siembran ilusiones,es muy fácil cuando se tiene plata y se compran los animales hechos, se tiene que rodear de un personal eficiente y seguir adelante.eso vale mucho dinero y no siempre se triunfa
Cuando se quiere trabajar, y ser criador, palabra grande en todos los sentidos, no es tan fácil el camino, por que no todo sale como uno quiere y muchas esperanzas y ilusiones no son lo que uno espera,se monta la empresa ,con uno o con muchos animales, y créame, se siembra amor y si se siente, se recibe mucho de estos lindos animales.
Cuando los dueńos de prometido compraron a la madre de Prometido de Santa Clara,como todos los que quieren el caballo tenían en mente criar y sacar el mejor, y no muchos lo logran, ellos planificaron,recibieron consejos y asesoría de buenos amigos y desarrollaron la empresa, que puede salir de una muy buena yegua de cría y un exélente cruce con un buen reproductor, eso veo con el caballo, Prometido, un conjunto de virtudes, que bien escogidas sacan un gran caballo respaldado no sólo por la calidad en todo, brío color, armonía fluidez en la trocha y raza por los dos lados de sus padres.
No podemos mirar sólo el hoy tenemos que ver que ellos también tienen raza con trabajo y lucha en unos animales creados desde mucho tiempo atrás ,esto no nace hoy se hace sembrando y cosechando con tiempo y mucha lucha.
Yo felicito a Diego Restrepo y su familia, gente luchadora y que confían en la cría con planificación ,como empresa, amor, ilusionen fin todo lo que tiene que tener un criador, y como no a mi amigo Juan Carlos y su empresa Taliban, hay que creer en la Raza y para mi Taliban la tiene de sobra, y súmele la de la gran mama que tiene Prometido un abrazo y un triunfo de los Quindianos para el caballo y Colombia
Marcelino Giraldo Londońo