Se define al aborto como la interrupción de la gestación con expulsión de un feto antes de que sea viable (Hafez et al., 2002). Puede ser un aborto completo o total, cuando hay expulsión completa de todos los productos de la concepción (feto y envolturas) o bien, aborto incompleto o parcial, cuando hay retención en el útero de parte de éstos.
El aborto puede ser precoz o tardío, pudiendo ser éste último confundido con un parto prematuro. En la yegua, se considera un aborto cuando hay expulsión de un feto no viable antes del día 290 de gestación (Alberdi, 2002; Hafez et al., 2002). Siendo de mayor incidencia en esta especie que en otras (5 a 15%).
Cuando una hembra está en proceso de abortar puede haber presencia de signos que lo indiquen, asemejándose a un parto normal. Puede haber inquietud, relinchos, mirada angustiosa y pujos, señales de dolor en la zona abdominal. También se puede observar edema vulvo-perineal y mamario, relajamiento de los ligamentos sacroisquiáticos y escurrimiento mucoso por la vulva debido a la desaparición del tapón cervical.
La intensidad de los signos estará determinada por el tiempo de gestación de la yegua; si se trata de un aborto temprano, el producto será de tamaño pequeño, por lo que su paso por el canal obstétrico será más fácil; sin embargo, entre más cercana está la fecha de parto, la signología de aborto será más parecida a la de un parto eutócico, existiendo la posibilidad de complicaciones tales como desgarros en los órganos genitales, hemorragias, retención placentaria y otras (Vatti, 1992).
El aborto de alguna hembra de cualquier especie, siempre será causa de preocupación debido no solo al impacto económico que éste pudiera tener, sino también, como sucede con los caballos, al impacto emocional por parte de los propietarios. En muchos casos de trata de animales con gran valor comercial y los lazos que existen entre propietario y yegua son muy fuertes.
En otros casos, se trata de animales de trabajo, y un aborto, definitivamente, conduce a pérdidas económicas, aunque se trate de animales con relativamente poco valor. Lo más importante sería prevenir el aborto de nuestras yeguas, a veces ya no hay remedio y la amenaza de aborto es inminente.
Lo importante en estos casos, o bien cuando el aborto ya sucedió, es conocer las causas que lo originaron. El aborto como tal es de etiología muy variada, por lo que se debe hacer una revisión minuciosa de absolutamente todos los aspectos que pudieran estar relacionados, entre los cuales se incluyen instalaciones, nutrición, cubriciones, vacunas, movimiento de los animales, etc.
De gran ayuda son los exámenes de laboratorio de muestras de tejidos fetales y placenta para hacer un diagnóstico más certero, sabiendo que existen agentes patógenos (virus, bacterias y hongos) que son causantes directos de aborto.
Sin embargo, existe un factor predisponente de aborto que prácticamente se observa solo en las yeguas y es la gestación gemelar, la cual es el principal factor de abortos no infecciosos en las yeguas. (Izquierdo, 2007)
Crédito de la foto: M.V. Roliana M.
Tomado de Datos Agropecuarios