Dolor Que Se Origina En El Aparato Masticatorio Del Caballo: Enemigo Oculto Por Descubrir Parte I
Escrito por: Odontoequinos Odontología Equina Especializada
Contribución académica para todos los amigos del caballo. Espero que entendamos que podemos ser mejores seres humanos compasivos con nuestros equinos si entendemos un poco la anatomía, la fisiología, el comportamiento y la naturalidad de nuestros caballos.
Un dicho popular dice: “En boca cerrada no entra mosca”. La cavidad oral del caballo y todo el resto del aparato masticatorio que lo compone: Cerebro, piel, músculos, huesos, nervios, vasos sanguíneos, dientes, encías, mucosa, lengua, trabajan en conjunción e interrelacionados.
Cualquier alteración en uno o varios de ellos puede ser causa de dolor y reflejarse de muchas maneras.
Debemos aprender a identificar e interpretar el dolor desde este ángulo para evitar y prevenir el sufrimiento de nuestros caballos. El dolor originado en el aparato masticatorio de los equinos se manifiesta de muchas maneras, como:
1. Sacudidas de la cabeza hacia los lados o desplazamientos con la cabeza “destapada”, es decir, hacia arriba cambiando el centro de gravedad.
2. Rehusar a la colocación del “bocado”.
3. Rehusar a cambios de dirección durante el desplazamiento.
4. “Enredar” el paso durante la ejecución de los movimientos propios de su andar, en otras palabras, incoordinación de movimientos.
5. Desviar el curso hacia fuera en las esquinas o en los giros.
6. Perder el centro durante el desplazamiento, sinónimo de desplazarse de lado. Perdida de alineamiento con respecto a su eje vertebral.
7. “Tableado “del cuello.
8. “Botar “la cola (sacudirla cuando se le pide hacer un ejercicio). Este movimiento también se considera ‘normal’ en algunas razas de equinos.
9. Corcovear durante el entrenamiento.
10. “Destaparse” cuando se le ordena plantar.
11. Rehusar a “cejar”, es decir, negarse a caminar hacia atrás.
12. Indocilidad.
Causas del dolor originado en la cavidad oral.• Úlceras traumáticas en los carrillos y en los bordes de la lengua.En primer lugar, recordar que las puntas agudas que se forman en la cara vestibular y en la cara lingual de las piezas dentarias posteriores, es decir, premolares y molares, son responsables de causar úlceras en los carrillos, lo que se entiende comúnmente como la cara interna de los “cachetes” y bordes de la lengua debido al roce continuo durante los movimientos masticatorios normales. El dolor causado por las úlceras traumáticas en los carrillos y los bordes de la lengua es tan fuerte que es suficiente para que el caballo manifieste todos los 12 signos mencionados con anterioridad; por lo tanto, tiene como consecuencia que quien lo entrena recurra al uso de esas “herramientas” violentas para someterlo literalmente y de esa manera pretender corregir “el mal comportamiento del caballo” que realmente es la pura manifestación del dolor. Además, recordemos que el caballo es un ser muy sensible y cualquier incomodidad o dolor causa reacciones indeseables.
Así pues, para tratar de entender lo referente a lo que pasa en la cavidad oral del equino, imaginémonos por un momento cuando sufrimos dolor en nuestras bocas.
Por ejemplo: una pieza dentaria fracturada luego de comer alimentos duros, como cuando nos “sale una piedra en el arroz” como consecuencia de la fractura dental, se produce una úlcera traumática por el roce continuo de la lengua con esa punta. También, se origina dolor por quemaduras de la mucosa oral con alimentos muy calientes, dolor por las ulceras que se producen con el roce de alambres de ortodoncia contra la cara interna de los labios y carillos “dolor de muela” de esos que no dejan dormir y que no se quitan con ningún analgésico; dolor durante un procedimiento dental donde la anestesia no obra, etc.
Son muchísimas las causas que pueden dar origen al dolor en nuestra boca. Esta reflexión tiene por objeto “ponernos en los zapatos” del caballo antes de juzgarlo como indócil y recurrir a maltratos innecesarios.
• Úlceras traumáticas en “los asientos” (zona de la mandíbula carente de dientes donde reposa la embocadura o comúnmente mal llamada “freno”) y en el paladar.
Las úlceras que se presentan en estas áreas pueden ser consecuencia de manifestación de enfermedades, fracturas óseas y/o dentales, tumores, accidentes, etc. También pueden ser causadas por el uso de “herramientas” que no cumplen las especificaciones de construcción, quienes las fabrican no tienen en cuenta la anatomía de los tejidos duros (huesos y dientes) ni los tejidos blandos de la boca, desconociendo completamente lo delicado de la mucosa, que es la membrana que recubre o tapiza la lengua, la cara interna de los” los cachetes”, la cara interna de los labios, “los asientos”, el recubrimiento del paladar duro; así como también se ignora la inervación y la irrigación de estos tejidos.
Usando el “argot” popular, siempre se escucha al comprar un “freno”…. con esta pala es para “meter la cabeza”, este otro es ‘para subir la cabeza”, este ” bozal metálico para meter la cabeza”, con esta “barbada” de alambre de cobre logramos…… etc
Los “asientos” del caballo son áreas óseas muy delicadas tapizadas solo por mucosa, en la interface, es decir, entre la mucosa y el hueso no hay capa muscular. Estas zonas son muy irrigadas lo que significa gran contenido de sangre y las inervan el nervio mentoniano, rama mandibular del nervio trigémino (V par craneano) por cada lado de cada hemiarcada, izquierda y derecha respectivamente.
Quiero enfatizar que los “asientos” son excesivamente delicados y sensibles, cualquier exceso de presión, herida o injuria sobre ellos, produce dolor que nuestro caballo manifestará de una u otra forma mencionada con anterioridad. El paladar duro, área en donde toca “la pala del freno” está cubierto por mucosa queratinizada, es una capa de tejido que soporta el roce de los alimentos y presiones suaves de” la pala del freno” pero al igual que los “asientos” es delicado y sensible, tampoco existe capa muscular en la interface. El hueso en el área donde toca “pala del freno” es sumamente delgado, parece un papel y es susceptible de romperse por ejemplo con “un plantón” fuerte, de similar manera la mucosa del paladar duro es muy irrigado y sensible a la formación de úlceras traumáticas que también causan dolor.
• La gingivoestomatitis asociada al suministro de pasturas muy maduras.La gingivoestomatitis es una inflamación aguda de las encías y de la mucosa oral, que puede ser causada por la penetración de la pelusa de pastos muy maduros como la “maralfalfa” lo que produce también mucho dolor en la boca con las mismas consecuencias mencionadas anteriormente.
“Dientes de lobo”Los “dientes de lobo” son los primeros premolares de la dentadura del caballo, estos equivalen a los terceros molares o” piezas cordales” del humano. No siempre se forman y a veces no hacen erupción, es decir, se quedan debajo de la mucosa. Los “dientes de lobo” pueden hacer erupción desde uno hasta cuatro. Normalmente ubicados en el maxilar superior e inferior delante de las primeras piezas dentales grandes posteriores, los segundos premolares. Los “dientes de lobo” están formados por los tejidos dentales llamados esmalte, dentina, pulpa, cemento y ligamento periodontal. Este último recubre la raíz dental y tiene inervación, quiere decir, que es sensible y es por eso que “los dientes de lobo” pueden ser golpeados por las embocaduras tipo filete y también ser causa de dolor muy fuerte en la cavidad oral, haciendo que el caballo responda al dolor con indocilidad y levantando la cabeza como consecuencia del golpe contra los mencionados dientes. Para prevenir esto, “los dientes de lobo” deben ser siempre extraídos, puesto que no es suficiente pulirlos porque la porción de diente que queda dentro de la mucosa sigue siendo sensible al golpe.
• Premolares retenidos Al abrir la boca del caballo los premolares son las primeras piezas dentales grandes que observamos de adelante hacia atrás en ambos maxilares. Se llaman premolares porque están ubicados antes de los molares. Los premolares son piezas dentarias que se “mudan”, el potro nace con tres premolares por cada hemiarcada, es decir, por cada lado izquierdo y derecho de cada uno de los maxilares. Los premolares durante el proceso de la “muda” o cambio a dentadura de “leche” a dentadura permanente pueden no caersen a tiempo y convertirse en una interferencia oclusal; quiere decir que al cerrar los maxilares durante el ejercicio de masticar, aquellas son las primeras piezas dentarias en chocar entre si y estorban para una buena oclusión. Incluso, la presión ejercida en el momento del contacto oclusal causa dolor y la encía del premolar de “leche” se lastima y al igual causa dolor; además algunos de estos premolares tienen cierta movilidad, que con la masticación o con el toque de las embocaduras tipo filete también es fuente de dolor.
• Músculos masticatorios Las piezas dentales del caballo tienen “erupción continua”, quiere decir, que la dentadura del caballo sale continuamente del hueso alveolar durante toda la vida. Para tratar de entender esto observemos los dientes incisivos de un caballo mayor que vive en pesebrera comparado con uno que vive en el potrero. En el primer caso, los dientes de este caballo se verán muy largos porque no se desgastan durante el ejercicio de obtener el alimento, ya que a este caballo se le suministra el alimento cortado y no requiere hacer fuerza al halar el heno. En el segundo caso, los dientes del caballo que pastorea son cortos porque durante un promedio de 16 horas necesita ‘arrancar el pasto” para obtener su alimento, ese ejercicio obliga a los dientes incisivos superiores e inferiores del caballo a rozarse continuamente y por el contenido de sustancias abrasivas del pasto sumado a la arena y la tierra del suelo, por lo cual los dientes se desgastan de manera fisiológica. Esta condición natural trata de mantener contactos rápidos de los premolares y molares para una buena trituración de los alimentos. Así pues, los caballos en pesebrera tienen como consecuencia incisivos o pinzas largos, los contactos de los premolares y molares serán tardíos y los músculos masticatorios como los maseteros se estirarán y se fatigarán, causando intenso dolor al realizar los movimientos masticatorios. Los signos de esta situación, los podemos detectar al observar la canoa de nuestro caballo, que puede tener pasto y/o heno remascado, también el equino puede tardar muchas horas tratando de comerse los forrajes y comúnmente selecciona lo más blando de su comida para tomarlo. Algunos caballos irán al bebedero y tomarán agua que después depositan sobre los forrajes secos tratando de ablandarlos para poderlos consumir.
• Articulación temporomandibular (ATM)La ATM es la articulación de la boca, está formada por el cóndilo de la mandíbula y la cavidad glenoidea del maxilar superior. Esta permite los movimientos de apertura y cierre de la cavidad oral, lo cual se usa para masticar, deglutir los alimentos y bostezar.
La ATM es izquierda y derecha, funcionan simétricamente mediante los músculos, ligamentos, nervios, vasos sanguíneos y disco articular. Cuando la ATM se inflama en alguno de sus componentes, hay dolor que puede limitar los movimientos masticatorios normales y sus signos son, la poca ingesta de alimento del caballo y la tardanza en hacerlo durante el largo del día. Podemos comprobar si hay dolor de la ATM y de los músculos maseteros, palpándolos. El dolor en esas áreas se diagnostica por la reacción de tirar la cabeza hacia arriba cuando se ejerce presión en esas áreas.
• Espasmos musculares por colocación de forrajes en altura De este tema ya hablamos pero cabe recordar que los espasmos musculares que ocurren por esta razón también producen dolor e influye en el comportamiento del caballo cuando se le exigen una serie de ejercicios de manejo.
• La espina nasal anteriorLa espina nasal anterior es la parte más anterior y prominente de la cara del caballo, hace parte del hueso frontal. Esta porción de hueso es muy delgada, delicada y frágil, está cubierta solo por piel y no hay musculo en la interface entre esta y el hueso.
El uso de ”bozales” fuertes o muy delgados causan inflamación, ruptura de la piel y hasta fractura de la espina nasal anterior por presiones o golpes fuertes con estas “herramientas”
• Mucosa que tapiza la zona de unión del hueso basal y alveolar de los dientes incisivos del maxilar superiorEs un área tapizada por mucosa ubicada detrás del labio superior arriba de los dientes incisivos, es muy sensible y usada generalmente para colocar sobre ella una cadena de “manejo” del caballo. Es común el uso de ésta en los caballos de carreras y por los herradores para controlar el caballo.
La gente que utiliza esta área para ‘dominar’ el caballo casi nunca se da cuenta del daño que causa día tras día sobre estos tejidos blandos, porque nunca miran el interior de su boca para observar qué pasa después de su uso. La mucosa es muy delicada, sensible y susceptible de romperse. He observado algunos herradores que colocan siempre la cadena en ese sitio y logran “dominar “el caballo mientras lo herran pero después de terminada la labor no se percatan de la ruptura causada. El daño del tejido en esa zona es repetitivo, se causa la úlcera traumática… la cual sana y luego cuando regresa el herrador a los 30 o 45 días, vuelve y coloca su “herramienta de manejo” sobre la misma zona y de nuevo se rompe, causando dolor y problemas de manejo al entrenador, quien desconoce de dónde viene la inconformidad del caballo manifestándose con indocilidad y movimientos bruscos de la cabeza con la colocación de la embocadura.