Señores FEDEQUINAS
Con tristeza escribí esta nota, he esperado un tiempo prudencial para conocer las reacciones que vendrían con el escándalo sucedido en la pasada Nacional Equina, pero parece que el tiempo pasa y nada pasa, en muchas oportunidades desde este foro y en el día a día he puesto la cara por esa junta, en la confianza y con la creencia y la fe de que este gremio no está perdido, que el grupo humano que gerencia al gremio trataba de hacer las cosas bien, pero el tiempo, dueño y señor del olvido, sigue su curso inexorable y majestuoso sin permitirnos ver progresos ni cambios que hagan vislumbrar un horizonte más halagüeño para los caballistas, criadores y forjadores de sueños en este país. Ante tanto desamparo, no cabe más que cuestionarse.
Mi postura es personal, quizás muchos piensen igual o tengan el mismo sentir, aunque no lo expresen abiertamente, yo escribo por lo que soy, un pequeño criador apasionado del caballo, que en otras épocas soñó con glorias y pronto comprendió que la verdadera pasión la mueve es el amor puro y sincero, sin los ATAJOS que el afán de ganar y el querer resultados de inmediato brindan. El mercado está plagado, demasiado plagado de gentes de todos los pelambres, lo triste es que entre los malos se respetan los códigos, hay uno que es único, todos lo conocemos aunque no seamos parte de ese mundo, y es que se es derecho siempre hasta el final.
Respeto la postura de muchos señores en el foro que dicen “nadie es culpable hasta que no se demuestre lo contrario, es mejor esperar” yo no sé quién sea culpable, ni quien sea inocente, pero sí sé que se ha hecho un daño inmenso a la imagen del gremio de caballistas en este país ante el mundo, y no cabe duda que la cola que trajo con la renuncia del presidente ejecutivo y del retiro de la empresa cuestionada, no son fortuitas, algo hay de por medio que muchos no se atreven a decir y otros prefieren no ver y seguir en la comodidad de la ignorancia.
Soy un convencido que en el gremio hay gente excelente, personas honestas, trabajadoras, amantes del caballo y respetuosos de las formas, con una ética que no se queda en definiciones ni conceptos sino que se valora por los hechos y las decisiones que en su momento sustentan y definen la vida de un hombre. Indudablemente en la dirigencia actual hay personas excelentes y transparentes. Pero también hay sujetos que se tuercen por un plato de lentejas, que no son ni siquiera buenos malos, si en eso son mediocres no soñemos con imposibles, con dirigentes así no vamos a ninguna parte, el cambio es posible pero con gente incorruptible, con personas que no le copien al patrón de turno, que no estén ávidos de dinero fácil y reconocimientos.
Yo sugiero a esos caballeros honestos dirigentes del gremio de caballistas, que tienen en su grupo una manzana podrida descubierta, pero que muy posiblemente hay más, con el respeto que se merecen y con el valor de su labor reconocida, les sugiero dar un paso al costado, no creo que con un escándalo de las dimensiones del que ha sucedido, no se dé para pensar cuantos más y desde cuando han venido sucediendo estas cosas, no se trata de una cacería de brujas, es más bien una manera sana, honorable de dar cabida a otras ideas, de gente nueva que refresque el medio y alimente la esperanza en el gremio, que devuelva la fe y la utopía.
El gran Albert Einstein decía que es de tontos esperar nuevos resultados haciendo siempre lo mismo, creo que bien podemos aplicar a las personas, ha pasado ya un tiempo prudente y no se ven logros valiosos a la vista, más bien un devenir natural que con o sin ayuda de esta junta igual se hubiese dado, y con el mal sabor de pensar que cuantas de esas cosas fueron amañadas, desleales para con el gremio y sustanciosas para el gamonal de turno. Me viene a la memoria el afán de muchos de nosotros por registrar nuestros animales, con precios exorbitantes para las épocas vividas, con la confianza de quizás un día poder competir, que tontos, todo ha estado vendido quizás desde siempre.
Es normal que dentro del personal de una institución se dé la camaradería y amistades entre colegas, eso lleva muchas veces a la cultura del tapen todo y al secretismo dañino, a tener mano blanda cuando se requieren acciones drásticas, que marquen un derrotero dentro de unos parámetros justos, donde prime la razón de la institución sin demerito de los intereses públicos que se representan. Yo invito a estos dirigentes del gremio actuales a permitirnos a todos explorar nuevos horizontes, a concedernos un cambio, algunas veces es bueno la mano dura, las reglas claras y el peso fuerte de la disciplina que cobije y unifique a todos. Creo que hoy eso brilla por su ausencia.
Sinceramente creo que el país equino se merece una explicación, esa desolación que se siente siendo un pequeño criador, con la frustración de saber que sus sueños han sido negociados con antelación, rematados sin miramientos al mejor postor, es lo menos que personalmente he esperado, que confiado he sido, no ha pasado y quizás no pasará. He soñado igual que las pequeñas asociaciones se manifiesten, pongan un precedente, pero nada ha pasado, cierto que no se puede hablar aun de culpables e inocentes, pero es bueno tomar las distancias con la corrupción y manifestar el rechazo y desagrado, de lo contrario todos seremos culpables y terminaremos arropados con la misma manta por acción u omisión.
Señores de FEDEQUINAS los caballistas del país esperan con fe una decisión que se haga sentir, que marque un norte, un antes y un después, que certifique que mañana cualquiera de nosotros pueda llevar un animal bueno a una feria y el resultado de la competencia sea limpio y sin engaños. La corrupción y el negocio por debajo de la mesa deben de ser destapados en su totalidad, el manejo del doping debe ser público y con penas rigurosas para los culpables y permitan la participación libre de todos, en todos los estamentos relacionados al caballo sin restricciones, exclusividades ni privilegios. Es urgente tener reglas claras en los juzgamientos y personas honestas para dictarlos. Señores, si la tarea les es demasiado onerosa, por favor permitan que otro la lleve a cabo, es un acto de gallardía reconocer la incapacidad e incompetencia. Y todos lo agradeceremos.
Señores no todo se trata de lucro, de hacer dinero fácil, podemos hacer del caballo un símbolo, un estandarte valioso que ejemplifique el amor tesonero y constante al trabajo, cuando se hace con amor, con pasión, con orgullo y esmero por la crianza de un buen caballo, no solo por la intención de ganar una cinta sino por el placer de disfrutar de nuestros criollos, aunque los espacios se nos cierren y a nadie más le duela la suerte de nuestro emblemático animal. Tarea pendiente y pelea sublime que se necesita dar para rescatar nuestras tradiciones y mostrar al mundo la belleza, elegancia y majestad de nuestro CCC.
Señores caballistas, no quiero extenderme más, sé que muchos de ustedes tendrán más cuestionamientos para hacer, pero nada cambiará el sentimiento de sentirse burlado, de saber que se ignora el desde cuando todo ha estado arreglado de antemano, que los sueños de muchos han sido vendidos antes de empezar, esa impotencia duele, como me decía alguien: “da rabia pensar que mis animales compitieron sin opciones, pese al esfuerzo y dedicación de todo mi equipo.” Esas expresiones y sentimiento es lo que realmente me agobia el alma, pues como él hemos sido todos, grandes y chicos, asaltados en nuestra pasión, robados en nuestros sueños, estafados por alguien a quien mirábamos con respeto.
Pido disculpas señores por mi palabras, son la expresión de un sentimiento, ustedes comprenderán y lograran entender que más allá de la felonía y el engaño, está el silencio cómplice que arropa y protege a los culpables. Difícil cuestión cuando se es juez y parte, pero no cabe otra que esperar… nada… algo pasará.
Sinceramente
CENTAURO95
“La decisión más difícil es despojarnos de los honores, para descubrir nuestras miserias.” cosechas